La deportación de migrantes de Centroamérica y Sudamérica desde Estados Unidos, afectará directamente a Chiapas, debido a que las personas se están comunicando desde el vecino del norte con sus familiares para concentrarse en esa entidad, lo que puede volverse una bomba de tiempo, aseguró el Centro de Dignificación Humana.
“Ante el posible cierre de fronteras y suspensión de beneficios por parte del nuevo gobierno de Donald Trump, los migrantes alistan instalarse en el municipio de Tapachula, ante la nula posibilidad de seguir avanzando por México y llegar a la frontera norte, lo que convertirá a Tapachula en una cárcel migratoria y en una bomba de tiempo para las autoridades”, indicó Luis García Villagrán, director de la organización.
Dijo que, pese a que las caravanas están siendo detenidas antes de salir de Chiapas, se espera que en los siguientes días, semanas y meses sigan saliendo, debido a que siguen entrando miles de personas a la entidad, que buscan avanzar hacia la frontera norte antes de la toma de protesta de Trump.
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Adelantó que este miércoles sale un nuevo éxodo, el próximo 9 de enero otra y el 13 una más, con cinco mil personas que desean seguir intentando salir del sur del país, pues aseguró’ que a medida que avanzan los meses, se van aglomerando más personas en la entidad.
Indicó que desde la semana pasada se giró una orden para que ese municipio estuviera en “toque de queda” y se detenga a cualquier persona que esté en las calles y no sea mexicano, por ello, aseguró que Tapachula se convertirá en un foco de violencia, ya que los migrantes no se van a dejar de los agentes migratorios.
Por otra parte, García Villagrán informó que parte de la última caravana migrante que avanzó por Chiapas fue detenida por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y enviada a Acapulco, en Guerrero, de manera ha ido disminuyendo con el paso de los días.