La académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, Raquel Saed, señaló que los amagos que realizó el pasado martes el presidente Donald Trump a México, Canadá y Groenlandia son para desviar la atención de temas que le afectan, como la sentencia que se le dictará este viernes por los 34 cargos criminales de los que fue hallado culpable en mayo de 2024.La especialista en política, opinión pública y medios de Estados Unidos consideró que el republicano, sólo utiliza temas que apasionan a sus seguidores, como la relación de su país con México, para “acaparar la visibilidad de los medios” y dictar la narrativa y la agenda pública.
La académica resaltó que Trump busca que se hable de lo que él menciona
Busca que la gente esté hablando nada más de lo que él dice”, refirió la profesora en entrevista, en donde recordó que la también figura de la televisión será sentenciado este viernes tras ser hallado culpable de 34 cargos relacionados con sobornos entregados para callar a una actriz del cine para adultos con la que tuvo relaciones sexuales.De acuerdo con la especialista, la sugerencia de Donald Trump para cambiar el nombre al Golfo de México por Golfo de América forma sólo parte de un discurso conformado por “declaraciones que incendian a su propia base”, que incluyen a la OTAN, la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos y hacerse del territorio de Groenlandia.
No obstante, consideró que Trump sí logró dar pie a discusiones y debates sobre por qué Golfo de México y no Golfo de América o si América es un término para referirse a Estados Unidos o a todo un continente.Precisó que cambiar el nombre al Golfo de México requiere una serie de políticas internacionales y diplomáticas, como la propuesta a organismos internacionales y que las tres naciones con territorio de la cuenca oceánica (Estados Unidos, México y Cuba) se pongan de acuerdo. Asimismo, advirtió que Donald Trump vuelve a su segundo mandato con más poder, ya que ahora sabe cómo funciona la política estadounidense y sí ganó el voto popular, a diferencia de 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo una mayor cantidad de sufragios, pero el empresario llegó al cargo por el Colegio Electoral.A pesar de lo anterior y de sus promesas de acabar con conflictos como la guerra en Medio Oriente y la guerra en Ucrania, y con emergencias como la migrante, estos ofrecimientos responden a una “serie de cosas que sabemos que no lo va a lograr, pero acapara la atención”.Comentó que lo que no se puede perder de vista son sus primeras acciones ejecutivas al inicio de su gobierno, ya que varias podrían ser referentes a las deportaciones de migrantes y a la seguridad de la frontera con México.