Aunque el consumo de fentanilo en México no ha alcanzado las críticas dimensiones que reportan otros países, en el 2023, último año del que se tiene registro oficial, se elevó 56 por ciento la demanda de atención de las autoridades de salud por casos relacionados con este fenómeno en relación con el año previo, al pasar de 333 casos en el 2022 a 518 el año siguiente, un incremento exponencial si se considera que durante el 2018 fueron apenas 10 casos.
“Desde 2018 se ha constatado un crecimiento de la demanda de atención por consumo de estas sustancias psicoactivas, con 10 casos en 2018, 25 en 2019, 72 en 2020, 184 en 2021, 333 en 2022 y 518 en 2023”, reconoce la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), la cual, además, señala que el consumo de esta sustancia ha proliferado en mayor medida en algunas localidades del norte del país.
“La mayor parte de los casos de consumo en 2023 se reportaron en los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua”, indica.
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De acuerdo con reportes locales, el fentanilo se vende en todas las narcotiendas de ciudades como Tijuana y su consumo va en ascenso, e incluso se ofrece adulterado con nuevas sustancias, como la Xilacina, un potente sedante de uso veterinario.
En este contexto, María Elena González Pérez, directora de un Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Ciudad Juárez, señaló que “antes atendíamos a jóvenes que iniciaban en las drogas a los 20 o 25 años; ahora la edad es alarmante, pues llegan casos de gravidez de chicos a los 12 años”.
Señaló que entre las sustancias más usadas por esa población se encuentran el tabaco, vapeadores de diversos sabores, alcohol, mariguana y metanfetaminas -—estas últimas son las más populares entre los 12 y 17 años de edad—, y “muy escasamente, en una edad promedio de los 20 a los 25, ya usan fentanilo, pero, ojo, este tipo de pacientes, normalmente son hijos de mexicanos, pero han vivido mayormente en lugares como El Paso o San Antonio, Texas”.
En entrevista con La Razón, señaló que entre las sustancias más usadas por esa población se encuentran el tabaco, vapeadores de diversos sabores, alcohol, mariguana y metanfetaminas —estas últimas son las más populares entre los 12 y 17 años de edad—, y “muy escasamente, en una edad promedio de los 20 a los 25, ya usan fentanilo, pero, ojo, este tipo de pacientes, normalmente son hijos de mexicanos, pero han vivido mayormente en lugares como El Paso o San Antonio, Texas”.
Además, mencionó que hay reportes de que personas adictas a esta sustancia en El Paso, Texas, EU, acuden a centros de rehabilitación en Ciudad Juárez para buscar el tratamiento.
La experta en medicina y control de adicciones dijo que han implementado diversos talleres de prevención y tratamiento de adicciones: “En el último periodo de diciembre se instaló un taller de pintura, donde los pacientes, a través de esto, generan una sensación de bienestar, lo que hace que no busquen estas sensaciones con sustancias”.
Para Azeneteh Velázquez, médica en un centro de salud de Coahuila, el trabajo de México en distintos temas relacionados con la salud es muy solicitado y en temas de tratamientos contra adicciones no es la excepción, pues dijo que, además de que se ofrecen tratamientos de calidad, también se ofrecen precios accesibles para ir contra el problema de las adicciones.
“Lo cierto es que sí existe una relación significativa entre la depresión y las adicciones. Esta relación puede ser compleja y bidireccional, lo que significa que la depresión puede aumentar el riesgo de desarrollar adicciones y, a su vez, las adicciones pueden contribuir al desarrollo o empeoramiento de la depresión. Para poder ir contra las adicciones, es necesario curar la mente”, señaló la experta.
Según datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones 2023, “México atraviesa una transición epidemiológica en cuanto a la demanda de atención por uso de metanfetaminas” y esto genera más ingresos a tratamiento en mayor número de entidades federativas, ya que pasó de seis estados en 2017, a 21 en el 2022.
En esos años, el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico creció 218 por ciento. En el 2022 fueron las sustancias de mayor demanda de tratamiento, con 46.2 por ciento, seguidos del alcohol, 24.6, y marihuana o cannabis, 13.3 por ciento.
En dos terceras partes de los estados de la República se presentan patrones similares de demanda de atención por tipo de sustancia. En el sur es por alcohol, cannabis y cocaína; en el noroccidente prevalecen las metanfetaminas, el alcohol y cannabis o marihuana, y en Baja California y Sonora destaca la presencia de opioides.
La más reciente encuesta en línea sobre el uso de cannabis y derivados, realizada en 2023, aplicada a 13 mil 470 personas de 12 a 75 años, mostró que 28.3 por ciento, es decir, tres mil 769, la consumió alguna vez en la vida; de ellas, una de cada cinco dijo usarla en la actualidad y una de cada cuatro ha intentado dejarla.
Por lo anterior, Mario Alberto Martínez, psicólogo del centro de acogida El Buen Pastor, señaló que “sí hay un triste aumento en el uso de sustancias, sobre todo el alcohol se incrementó mucho entre mujeres jóvenes, casi niñas. Las drogas duras las obtienen más los hombres, pero en mi caso raramente he visto mexicanos atendiéndose por uso de fentanilo. Estamos seguros de que se produce, pero no se consume”.
El experto pidió a docentes y padres de familia mantenerse atentos a los comportamientos irregulares de los jóvenes y que, ante cuadros depresivos, “verifiquen si eventualmente los menores han intentado remediar con alguna sustancia sin supervisión, ya que es una determinante que una sustancia adictiva te va llevando a otra”.
Cabe señalar que el pasado 7 de enero, el Gobierno federal presentó la campaña preventiva, nacional y permanente Aléjate de las drogas. El fentanilo te mata, que tiene como objetivo evitar el consumo de dicha droga en las y los jóvenes, a través de información que se impartirá en las escuelas.
Dicha medida se espera que llegue a 11 mil alumnos de educación secundaria y media superior de escuelas públicas y particulares, con dos o tres intervenciones de 15 minutos durante nueve semanas; además, estará apoyada de libros para profesores y padres de familia, espectaculares y carteles.