El extitular del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, advirtió a este diario que se avizora una crisis de asistencia humanitaria en los estados del norte de México, por los flujos migratorios que se van a contraponer en las siguientes semanas.
En entrevista con La Razón, explicó que tras el cierre de la aplicación CBP One, que da asilo a los extranjeros irregulares, se espera un panorama “muy crudo”, porque, por un lado, están las personas que van a ser deportadas, en otro escenario los que están ya en espera en esas ciudades fronterizas y, por último, los migrantes que se trasladan del sur.
“Muy crudo, es muy difícil, porque primero el flujo en México está detenido con toda la desesperanza; y viene el cuadro de deportaciones que también, pues, ya sumado puede provocarnos un escenario de crisis de asistencia humanitaria, especialmente en las ciudades fronterizas del norte, por ello, y hay que cuidar todos los mecanismos de atención y de protección que sean posibles”, explicó.
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Señaló que el CBP One era la puerta de entrada más importante que abrió el gobierno de Joe Biden para ingresos por razones humanitarias. De esta manera, se beneficiaron al menos a 900 mil personas durante el tiempo que estuvo vigente, resaltó Guillén.
“Ahora la suspensión implica, primero, que se desaparece vía formal, están en ruta cientos de personas que se quedaron a unos pasos de hacer su proceso de ingreso formal a Estados Unidos”, agregó.
Ante tal escenario, dijo que debe existir de inmediato un programa de protección adecuada ya que, las miles de personas migrantes que se encuentran en México, no pueden quedar con un estatus irregular; además, expresó que tampoco pueden estar siendo “hostigados” por el INM o por la Guardia Nacional (GN): “Tiene que haber un espacio de protección y un programa de inclusión para los migrantes varados en México”.
Indicó que la estrategia de inclusión se encuentra pendiente desde hace muchos años, pero ésta debe de ser un mecanismo de desarrollo y de diversificación del mercado laboral.
Luego de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y de la firma de una orden ejecutiva que pone fin a la aplicación de citas CBP para solicitar asilo, y que alerta una emergencia en la frontera sur, miles de indocumentados que se encuentran en nuestro país, comenzaron a desplazarse hacia el centro y estados del norte, con el objetivo de revisar si tienen suerte de poder cruzar hacia el territorio estadounidense.
En México existen aproximadamente 200 mil migrantes que esperan el llamado de las autoridades norteamericanas para una entrevista que les pueda conceder asilo, sin embargo, con el cierre de fronteras, las personas no saben qué harán en las siguientes semanas y meses, ya que desconocen si el sueño americano terminó para ellos.
En ocasiones anteriores, activistas y políticos aseguraron que los extranjeros irregulares podrían adoptar a la tierra azteca como su segundo hogar, debido a que las solicitudes de refugio reflejan que son muchas las personas extranjeras que desean quedarse.
Tonatiuh Guillén López aseguró que no se puede dimensionar la crisis humanitaria si no se sabe con exactitud cuántos migrantes se encuentran en el país, ya que hay una cifra negra que podría aumentar a miles más en los próximos días, ello agravado por el fin de las citas de asilo para Estados Unidos de CBP One.
Calculan en el país 200 mil migrantes varados
Al menos 200 mil migrantes que esperan su cita de CBP para asilo en Estados Unidos se quedarían varados, si es que el Gobierno de México no coordina una buena política migratoria de refugio o de distribución de flujos para los extranjeros.
“Todas las personas que esperaban su cita se quedan sin posibilidad de ir a un puerto de entrada para recibir la oportunidad de recibir asilo en Estados Unidos. Lo que nosotros sabemos es que son 200 mil personas esperando en México, pero no sabemos qué va a pasar con ellas, por eso es muy importante que el Gobierno de México coordine una buena política migrante para que distribuya los flujos”, aseguró a La Razón, Gretchen Kunher, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi).
La experta aseguró que los extranjeros irregulares que se quedan en México podrían optar por el refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), o solicitarlo al Instituto Nacional de Migración (INM). Señaló que a las personas que ya tenían una cita de CBP les pueden dar algún documento de regularización y a los demás se les puede ingresar para los diferentes programas con los que cuenta el Gobierno federal.
Indicó que, de no llevarse a cabo una buena política migratoria, se corre el riesgo de que las personas se acumulen en la frontera para cruzar a través de cualquier manera, incluyendo polleros.
Por separado, Eunice Rendón, directora de la iniciativa Agenda Migrante, dijo que el cierre de la aplicación para asilo traerá graves consecuencias a los migrantes que están en México, además que, de llevarse a cabo el regreso del programa Quédate en México, conlleva problemas de salud mental para los migrantes, ya que hay gente que espera la cita por meses para quedarse sin nada de momento.
“Lo primero que afecta es la salud mental de la gente, porque hay gente que esperaba sus citas por meses y de pronto quedarse sin nada, puede ocasionar que muchas personas intenten ingresar de manera indocumentada ante la desesperación”, agregó.
A México, explicó, le perjudicará la llegada masiva de personas debido a que hay mucha gente ya en la frontera desde hace tiempo en espera de cruzar, asimismo, las órdenes ejecutivas que se firmaron este lunes agravan el panorama, pues sella la frontera a cualquier paso.
“Este escenario es complejo para México, la migración también va acompañada de la seguridad, con la denominación de los cárteles como grupos terroristas; aparte de los que nazcan en EU ya no se les respeta la 14 enmienda. Enfrentamos un Trump muy recargado que está cumpliendo amenazas”, añadió.
Comentó que las primeras medidas son claramente pensadas en México, el mandatario entró con un mensaje muy agresivo en torno a la migración, ya que la primera medida de cierre de CBP y emergencia en la frontera sur, pone en dificultades a las autoridades mexicanas.
Por otra parte, sin un lugar fijo a dónde llegar, los migrantes que partieron en éxodo este lunes arribaron al municipio de Huixtla, Chiapas, con la firme convicción de llegar al centro del país. La noticia del cierre de la aplicación CBP para registrar citas de asilo, sorprendió a la mayoría, que sólo esperaba reforzamiento de las fronteras, no una suspensión total del beneficio.
Luis García, vocero de la caravana migrante, dijo: “Los migrantes están muy asustados luego del cierre de CBP y están aterrorizados, porque no saben qué es lo que van a hacer. Otro problema es que no se sabe si los van a recibir en México, y si es así, de qué manera”.
Señaló que, otra preocupación es la deportación que en breve va a comenzar por parte de las autoridades mexicanas, al momento ya se ven ciertas restricciones a los migrantes que desean salir de Chiapas, pues indicó que ya no les permiten abordar transporte público.
Mencionó que una opción para los migrantes es solicitar refugio en México, aunque aclaró que debe hacerse desde otro estado o Ciudad de México, pues en Chiapas las instalaciones están cerradas. Cabe recordar que la delegación de Tapachula es la que más solicitudes de refugio ingresa mensualmente, seguida de la oficina de la capital del país.
Al no poder salir del estado, adelantó que decenas de migrantes que ya cuentan con cita de CBP van a interponer amparos para que les permitan llegar al norte y conocer de las autoridades de EU qué pasará con sus citas: “La única forma de salir es con amparos, las autoridades ya no les permiten abordar transporte público, pero esta caravana está decidida a avanzar lo más que pueda; no van a aceptar camiones si los brindan”, dijo e indicó que en Tapachula se están gestando más caravanas porque la gente no quiere quedar varada.
Experto alerta riesgo de intervención
La designación de los cárteles mexicanos como grupos terroristas por parte de Donald Trump no es tema menor, ni espectáculo, fuerzas estadounidenses pueden ingresar a México si ven algún riesgo para su país, aseguró el director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas, a La Razón.
Dijo que la orden de Trump debe pasar por el Congreso, pues implica medidas severas: “Permitiría a la CIA actuar libremente en la investigación y acción con apoyo de las Fuerzas Armadas, es decir, pueden entrar a México y tener actividades secretas. Hay implicaciones graves para un gobierno que ha dicho que no somos colonia, que no estamos sometidos a nadie… si genera un daño a la narrativa de las autoridades mexicanas”.
Recordó las operaciones de EU en diversas partes del mundo, donde han ingresado a desmantelar o capturar grupos terroristas, sin avisar a las autoridades de esos países.
Dijo que hay mucha preocupación por ese escenario; lo nuevo es que las autoridades mexicanas no se habían enfrentado a un presidente como Trump, y que EU tampoco se enfrenta a grupos ideológicos o políticos, sino de narcos.
Consideró que si hubiera coordinación con México, beneficiaría a la gente.