Francisco Moreno, director ejecutivo del Consejo de Federaciones Mexicanas, dijo a La Razón que los migrantes no son delincuentes y recordó que un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) señaló que si esa comunidad es regularizada en Estados Unidos “habría un impacto de 2.5 billones de dólares en un lapso de 10 años”.
“No somos delincuentes, no merecemos ser perseguidos porque somos parte importante de la economía de este país. Lo queremos y lo cuidamos y nos cuidamos nosotros”, externó el michoacano.
El activista aseguró que la comunidad de mexicanos en Los Ángeles se niega a una deportación, pues la mayoría de sus integrantes ha llevado a México a las calles de sus barrios en EU. Aseguró que casi todos son oriundos de Michoacán y no están dispuestos a regresar al país, por la alta violencia en ciertas comunidades.
No somos delincuentes, no merecemos ser perseguidos porque somos parte importante de la economía de este país. Lo queremos y lo cuidamos y nos cuidamos nosotrosFrancisco Moreno, Director del Consejo de Federaciones Mexicanas
“Desde la toma de protesta (de Donald Trump), estamos manifestándonos para pedir justicia y una reforma migratoria que respete nuestras contribuciones. Las frutas y vegetales son cortados por los trabajadores latinos, mayormente indocumentados. En los restaurantes, en la industria de la construcción y en muchos campos, son las manos de estas personas las que mueven la economía. Aquí estamos muy bien organizados y, si bien hay miedo, creo que donde sí ya comenzaron redadas fue en Chicago”, señaló Moreno.
Dijo que las protestas seguirán, como se hizo desde la toma de posesión, que provocó que organizaciones mexicanas y centroamericanas se congregaran para hacer propuestas en el corazón de Los Ángeles, en la Plaza Olvera.
El primer impacto de las medidas restrictivas anunciadas por el mandatario fue provocar miedo colectivo. Efraín es trabajador en un auto lavado en Nueva York. Él no quiso especificar la localidad en la que radica, pues dijo temer a que, a través de referencias, puedan encontrarlo.
Hasta el momento las cosas están tranquilas a medias; sí hay mucho miedo, pánico en algunos casos, pero se están organizando para que detectemos actividad sospechosaEfraín, Migrante mexicano en NY
Narró a La Razón que si bien la gente en donde él vive sigue saliendo a trabajar, lo hace con temor y que, a través de grupos de redes sociales de latinos, se han organizado para “patrullar” de alguna manera y, en caso de ver alguna actividad sospechosa de deportaciones, darse aviso entre sí.
“Hasta el momento las cosas están tranquilas a medias; sí hay mucho miedo, sí hay pánico en algunos casos, pero se están organizando para que detectemos actividad sospechosa, sobre todo en centros de trabajo, que es donde luego llegan a aventar a las patrullas. Los americanos saben que chambeamos bien e, incluso, algunos nos apoyan y nos alertan”, describió el originario de Puebla.
En Illinois, las cosas no están del todo tranquilas, como en otros estados donde se vive en aparente calma. Aquí, incluso antes de la investidura de Trump, ya se detectaban redadas para realizar deportaciones masivas, dijo a este diario Antonio, quien prefirió el resguardo con su familia hasta que la ley sea más clara.
(La pareja para la que trabajamos) nos dijo que, de momento, nos guardemos, porque les llegaron notificaciones de inspecciones, porque saben que contratan a mexicanosAntonio, Migrante mexicano en Illinois
“Mi esposa y yo trabajamos desde hace años para una pareja de americanos; ella cuida a los niños y yo hago la jardinería y trabajos de mantenimiento. Esta familia nos ha acogido desde que llegamos prácticamente, ahora ellos mismos nos dijeron que, de momento, nos guardemos, porque les han llegado notificaciones de inspecciones a muchos en esos apartamentos, porque saben que contratan a mexicanos. Sabemos que esto va a parar y de momento nos unimos a las manifestaciones que seguirán habiendo”, dijo.
Comunidades de migrantes mexicanos en Chicago han tomado acciones en rechazo al republicano y Antonio contó que, en redes sociales, los connacionales que radican en esa ciudad están convocando a un “paro de labores”, pero advierte no es total, “pues de algo debemos vivir”.
Dijo que, de momento, asisten a laborar de manera escalonada, “por lo cual, desde hace al menos dos días, no acuden a los centros de trabajo, con el fin de visibilizar su importancia en EU”.
El originario de Zacatecas expuso que también dejaron de consumir en las grandes cadenas y franquicias para “boicotear” la economía de ese país, acción a la que se sumaron migrantes de Honduras, El Salvador, Venezuela y Jamaica.
Extranjeros emprenden el retorno a sus países
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, y el cierre de la frontera por la emergencia migratoria, provocó que decenas de migrantes en el sur de México optaran por el regreso voluntario a sus países de origen.
“El efecto Trump ya causó estragos en Chiapas, pues son decenas de migrantes los que ya decidieron regresar a sus países, pues ya perdieron la esperanza de seguir en el camino. Muchos venezolanos abandonaron las caravanas y decidieron pagar la multa que les cobran en su país para poder entrar de regreso”, aseguró Luis García Villagrán, vocero de las caravanas en ese estado.
Señaló que a medida que pasan los días, la gente cae mayormente en desesperanza y falta de interés por llegar a la frontera norte, debido a que la gente no sabe a dónde va a llegar o su destino final, pues algunos desean llegar a la Ciudad de México para solicitar refugio, otros ir al norte a intentar cruzar, y la mayoría a esperar en la zona fronteriza a que se reactive la aplicación para buscar asilo.
“Se respira una atmósfera de incertidumbre, de miedo y zozobra, pues no saben a dónde ir, y lo único que saben es que tienen que caminar. En las redes sociales hay muchas personas que están formando grupos para regresarse a Perú, Ecuador o Venezuela. Este martes se despidieron de mí familias de Venezuela que decidieron pagar la multa para entrar de nuevo, pues me dijeron que lo mejor era ide regreso ya que no iban a tener oportunidad de asilo en Estados Unidos”, aseguró.
El activista dijo que el presidente de esa nación decidió abrir las puertas para recibirlos, contario a otras naciones, como Haití, Honduras o El Salvador, donde no les permiten la entrada. “Ellos ya no tienen esperanza, ya entendieron que no van a poder pasar, pero es un tema mental, está ganando la batalla Trump en ese sentido”, agregó.
Señaló que al momento hay dos caravanas activas en el sur: una avanza del municipio de Huixtla a Escuintla con mil 800 personas; y otra entró al estado de Oaxaca con 500 personas. Pese a la situación que se vive, hay migrantes que buscan seguir avanzando.
“Ellos van a buscar avanzar lo más que se pueda, aunque no sepan hasta dónde puedan llegar, ya que su objetivo es salir de Chiapas, pues es de las zonas más difíciles de transitar en México, según lo que nos dicen los migrantes”, indicó.
García Villagrán mencionó que el mayor problema para los extranjeros irregulares es que las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM), y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se encuentran cerradas, y no hay un tiempo para que se puedan reabrir, lo que afecta directamente en sus peticiones de regularización, ya que la delegación de Tapachula es la que más tiene a nivel nacional.
Se espera que en los siguientes días los migrantes que se encuentran varados en Chiapas comiencen a crear pequeños grupos para seguir caminado, o en su caso, optar por no entrar por el país, aunque el activista asegura que es la mejor oportunidad para que los polleros o traficantes de personas hagan su “agosto” con la gente, al ofrecerles traslados con promesas de cruces a Estados Unidos.
Además, desde este lunes se impidió a los transportes públicos dar servicio a los migrantes.
“¡Ahora, pues jalarnos pa’ Europa o Canadá!”
Luego del cierre de la frontera para los migrantes irregulares que buscaban llegar a Estados Unidos, los extranjeros que sobreviven en casas de madera en la Ciudad de México, apuntan hacia Europa, con la mira puesta en España.
“¡Ahora pues pa’Europa!”, señalaron varios de los habitantes del campamento de la zona centro de la Ciudad, que han bautizado como “la pequeña Venezuela”.
Aseguraron que irán a “España, porque allá no nos piden papeles, o jalarnos pa’llá, pa’Canadá, porque con la llegada de éste ya todo se cayó”, pues algunos ya han sido deportados, incluso más de una vez, y con la nuevas medidas ven imposible lograr el sueño americano.
La Plaza de la Soledad continúa siendo el hogar de cientos de migrantes, que hasta hace algunos días aún tenían la esperanza de llegar a EU. Ahora hay incertidumbre, pues la llegada de Donald Trump a la presidencia de aquel país, extinguió la única vía legal que tenían para entrar a ese país, el permiso del CBP One.
Aunque el Gobierno no prevé implementar deportaciones masivas como EU, otros migrantes coinciden en que hay dos opciones para ellos: esperar a que Trump cambie de opinión y los acepte, o volver al país del que huyeron o a otro en el que se hayan sentido bien, ya que afirman no ver futuro para ellos en México a causa de la delincuencia y la vida cara.
Sandra, migrante venezolana que sobrevive en el parque La Soledad, dijo no estar dispuesta a continuar en casas improvisadas de cartón o madera vieja que no frenan el frío ni el olor de la basura acumulada desde hace días, de los orines o el agua sucia que se estanca en la salida de la única lavadora que comparten más de un centenar de personas.
Ahora que las citas del CBP One fueron canceladas y EU endureció su política migratoria, se siente triste porque ve perdida la última oportunidad de cruzar, ya que no alcanzó a tramitar una nueva cita, luego de que perdió la anterior por llegar tarde porque múltiples obstáculos que le “comieron tiempo”.
Varias mujeres que esperan en la fila del agua para llenar sus botes y garrafones, coinciden en que para ellas “no hay futuro aquí”, porque además de sentirse en constante riesgo, conseguir empleo es otra dificultad.
“A los hombres les dan trabajo rápido, los tienen cargando cajas en las bodegas (comercios del Centro Histórico), los ponen en los puestos porque los pueden levantar rápido. A nosotras nada más te contratan si estás bonita para que les adornes el negocio. Cuando estuve más abajo (otros países del sur) fue diferente, sí me daban trabajo, aquí sólo cuido niños y nadie me da nada. Si eres soltera es peor, si estas juntada, por lo menos el marido da dinero”, afirma otra migrante.
Genesis vive en el mismo lugar con sus dos hijos, lamenta la decisión de Trump, pero afirma comprender: “Tiene razón, mucha gente no va a trabajar, muchos van a hacer daño y estorbar. Yo busco lo mejor para mis hijos pero por la gente mala pagamos los buenos”.
Darío, un migrante venezolano, dice: “Yo me regreso pues pa’ Venezuela, aunque dicen que a los que van para allá los andan secuestrando y tengo que regresar por tierra, ni loco me vuelvo en La Bestia”.
