Denuncian invasión a casas y robos a negocios

Preocupa a juarenses saturación por más llegadas y retornos

Afirman que cuando arriban en grandes cantidades de otros países han invadido casas; aseguran que también generan robos; piden ayuda a autoridad para que no sea punto de concentración

Inmigrantes se preparan para ser 
deportados, ayer, a través del puente fronterizo internacional Paso del Norte.
Inmigrantes se preparan para ser deportados, ayer, a través del puente fronterizo internacional Paso del Norte. Foto: Reuters

Habitantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, no aceptan que la localidad se vuelva un punto de retorno y concentración de migrantes, pues aseguran que se han dado actos de vandalismo, robos y apropiación de casas cuando llegan en grandes volúmenes, por lo que piden ayuda de las autoridades ante el panorama que se espera en las siguientes semanas.

En entrevista con La Razón, Mariana Quero Legorreta, habitante de ese municipio explicó que la gente comienza a hacerse más visible al paso de los días, ya que muchos migrantes llegaron desde otros estados para ver su situación de asilo, pero ya se quedaron a vivir de manera permanente en la zona.

“No sabemos ahorita realmente cuántas deportaciones se vayan a hacer, y si todas van a ser por aquí, por Juárez, o si también van a ser por Tijuana, o cómo va a estar la cosa, pero ahorita si se ven muchos migrantes en las calles pidiendo dinero y pidiendo ayuda”, dijo.

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La residente endicó que, lo más seguro es que, al empezar las deportaciones, pueda llegar una ola muy fuerte de migrantes, lo que la gente no ve bien, porque en ocasiones anteriores, cuando han llegado en grupos mayores, estuvieron asaltando a la gente y los negocios.

Mencionó que con el tema de los mexicanos no hay problema, porque es un esquema totalmente distinto del que las autoridades del país se van a encargar, pero la preocupación es con los extranjeros irregulares, ya que estarán solos y buscarán la manera de sobrevivir.

Por separado, Miriam García, quien también vive en el municipio, dijo que la ola de migrantes anterior dejó a cientos de personas viviendo en el municipio, lo que se convirtió en un problema, ya que invadieron casas abandonadas y a hacer otro tipo de delitos dentro de ellas, como vender drogas.

“Algunas construcciones ya abandonadas, lo que aquí en Juárez le dicen “tapias”, fueron invadidas; la gente de los alrededores se quejaba y tenía miedo porque se robaban el agua, la luz y, al no tener un trabajo fijo, comenzaron a robar a la gente y a los negocios”, explicó.

Señaló que el tema migrante siempre les afecta, ya que hay cierres en los cruces fronterizos por parte de las autoridades de México y Estados Unidos para vigilar más a la gente y hacer simulacros, lo que provoca que las personas que viven en Ciudad Juárez se retrasen en ir a sus trabajos “del otro lado” de la frontera.

Mencionó que los migrantes extranjeros siempre han sido “muy groseros” cuando llegan a esa parte de Chihuahua, ya que los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) intentan asesorarlos, pero ellos responden de manera “brusca”, ya que temen que los acercamientos son para detenerlos y deportarlos, lo que ocasiona un clima constante de tensión.

“Lo raro, es que luego digan que las autoridades o la gente de aquí de Juárez, los ha tratado mal y no es cierto”, agregó.

Expertos en el tema de migración como el excomisionado del INM, Tonatiuh Guillén López, aseguran que el riesgo de la frontera norte es que se juntarán tres éxodos; los que sean deportados, los que se encuentran de manera permanente ahí y los que se trasladan desde el sur del país, lo que llevará a una crisis de atención humanitaria.