La asociación Sin Maíz No Hay País, aseguró que la reforma constitucional de protección al maíz “como elemento de identidad nacional” solo limita la siembra de especímenes genéticamente modificados, pero abre la puerta a otras técnicas que amenazan a este alimento; además de solicitar un parlamento abierto para abonar a la reforma.
A través de una carta dirigida a la Presidenta Claudia Sheinbaum, la asociación señaló que la reforma al artículo cuarto Constitucional “limita la protección al maíz transgénico abriendo la puerta a otros maíces genéticamente modificados obtenidos con técnicas más actuales, como la edición genética”.
“Para nosotras y nosotros representa un grave retroceso pues aparenta proteger al maíz como “elemento de identidad nacional”, pero en realidad pone en peligro la biodiversidad, la cultura y la soberanía alimentaria del país al sólo prohibir una forma de maíz genéticamente modificado como el maíz transgénico y abre la puerta para otras técnicas”, aseguró Sin Maíz No Hay País.
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La reforma constitucional enviada deber señalar de forma “clara” que se “prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado”. Además de que señalaron que “es indispensable establecer la prohibición de consumo humano de maíz genéticamente modificado, ya que representa un peligro para la salud de la población mexicana, pues como se sabe es nuestro principal alimento y no existen evaluaciones que garanticen la inocuidad del maíz en la ingesta diaria de humanos”.
Sin Maíz No Hay País, solicitó un debate en torno a dicha reforma y solicitó al Congreso de la Unión un parlamento abierto “para garantizar la protección de nuestro maíz en el territorio nacional”.
Señaló que la preocupación en torno a esta iniciativa es porque se “hace a un lado a la ciencia al no establecer la obligación de solicitar un análisis de riesgos con las condiciones de cultivo y de consumo en nuestro país, que permitan conocer las implicaciones del maíz genéticamente modificado y poder actuar sobre ello”.
La misiva asegura que la reforma constitucional “debe proteger a nuestro maíz por todas las vías posibles que representen un riesgo, de no hacerlo podemos perder nuestro elemento de identidad nacional, pero, sobre todo, un patrimonio biocultural de gran valor”.
Asimismo, se debe priorizar el manejo agroecológico del maíz y de toda la actividad agropecuaria, señala la carta, para “para asegurar una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”.
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LMCT
