En seis de los siete estados donde se registran las tasas más altas de personas desaparecidas en México hay presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que disputa las distintas plazas contra otros cárteles, como el de Sinaloa, La Familia, La Barredora y el Cártel de Caborca, así como con grupos locales.
De acuerdo con el documento Violencia y Pacificación a Nivel Local de la organización México Evalúa, siete entidades registraron las tasas de personas desaparecidas más altas del país durante el primer bimestre de este año, de entre 3.08 y 5.4 por cada 100 mil habitantes.
- El Dato: Eñlementos de seguridad detuvieron el sábado a Gregorio “N”, alias El Lastra, líder de la célula delictiva vinculada al reclutamiento de personas para el CJNG.
El análisis indica que en Zacatecas, Sonora, Tabasco, Sinaloa, Michoacán, Puebla y Quintana Roo es donde hay una mayor proporción de personas desaparecidas entre enero y febrero de este año, y que en estas entidades se encuentra peleando el territorio el CJNG, una de las organizaciones de mayor impacto en el tráfico de drogas, que tiene presencia internacional y que es de alta prioridad en la mira de Estados Unidos.

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No obstante, el grupo delictivo también sostiene combates con otras organizaciones, como los cárteles del Noreste y de Santa Rosa de Lima, en enclaves con menor índice de desapariciones de personas. Esta organización criminal dedicada al narcotráfico y al tráfico de armas, principalmente, es una de las que fue designada como organización terrorista global por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

“En los últimos años, la desaparición forzada se ha convertido en una estrategia recurrente de diversos actores —además del crimen— para evitar la presencia de cadáveres y maquillar el aumento en las cifras de homicidios. En otras palabras, la narrativa oficial ofrece una visión altamente parcial de la violencia homicida en su conjunto”, asegura el documento estadounidense.
Además, de acuerdo con otro análisis titulado Mapa criminal de México 2019-2020, de la consultoría Lantia Intelligence, en ese momento, que marcaba el inicio del sexenio lopezobradorista, la injerencia del CJNG se daba en toda la República, con la excepción del estado de Sinaloa.
“La organización criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, es la que cuenta con más capacidad operativa en México. También se ha convertido en una especie de ‘cártel de cuello blanco’. Es notable su capacidad para corromper altos funcionarios de los ámbitos de seguridad y procuración de justicia, y para vincularse con la clase empresarial. También hay indicios de reclutamiento de exmilitares y profesionistas”, describió en aquel momento la plataforma de análisis de datos de la firma consultora.
En 2019, el CJNG contaba con 36 células delictivas y tenía diferentes tratados con otros grupos criminales. Destacaba la alianza con el cártel de los Arellano Félix, conocido como el Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG), en Baja California; con la Fuerza Anti-Unión Tepito, en la Ciudad de México y el Estado de México; con algunas facciones del Cártel del Poniente, en Coahuila; la célula de El Negro, en Puebla, así como Los Talibanes (escisión de Los Zetas) en Aguascalientes, Quintana Roo, Tabasco y Zacatecas.
En un acercamiento a este fenómeno, Alejandro Martínez Serrano, especialista en Seguridad Nacional de la Universidad La Salle, destacó el rápido crecimiento del CJNG y la extrema violencia como una de sus características.
“El perfil de operación del Cártel Jalisco Nueva Generación se ha caracterizado en los últimos años por una extrema presencia de actos de violencia y algo que yo podría incluso especificar es que le gusta que esa violencia la hagan del conocimiento de la sociedad a través de las redes sociales”, declaró a La Razón.
Expuso que dicha organización criminal ha difundido miedo al dar a conocer cómo es su equipo de operación, como los vehículos blindados y armas de alto poder, así como amenazas para otros grupos criminales.
“En ese aspecto sí coincido con los datos que se dieron a conocer de la mayor tasa de desapariciones que, presumiblemente, estarían vinculadas a ese uso excesivo de la violencia para el control de ciudades, para el control de algunas regiones e incluso estados de la República que administra esta organización delincuencial”, subrayó.
Apuntó que, a pesar de que esta organización criminal es de creación reciente, con menos de 20 años en operación, ha tenido un crecimiento exponencial, desplazando a otros cárteles. “Sobre todo porque no podemos dejar de lado que el Cártel de Sinaloa, en este momento, se encuentra en una franca división entre los herederos, los hijos de El Mayo Zambada y los hijos también de El Chapo Guzmán”.
Con este diagnóstico coincidió Ulises Torres Cabrera, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, quien enfatizó el uso de la violencia extrema del CJNG y que es una de las organizaciones criminales de mayor impacto en el país.
“Tal vez puede afirmarse el día de hoy que, efectivamente, sea, junto con el Cártel de Sinaloa, la organización criminal más importante, si no es que la más importante. No solamente en términos de la violencia que despliega para poder posicionarse, sino también en términos de la cantidad de actividad criminal que lleva a cabo”, afirmó.
Expuso que el CJNG se dedica al tráfico de drogas, la venta de armas, la desaparición de personas, la trata de personas, el reclutamiento de jóvenes para el sicariato, el espionaje o “el halconaje”.