Y otro que recibirá protección, en este caso del Senado, es el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral. Y es que resulta que desde la presidencia de la Cámara alta, se solicitó que se retiren medidas cautelares —dentro de un juicio que se le sigue— al empresario Eduardo Almeida, quien la semana pasada increpó al exmandatario al encontrarlo en el aeropuerto de la entidad. “Es una agresión gravísima a un integrante de esta asamblea y esta presidencia tiene la responsabilidad de garantizar la integridad y la seguridad de los senadores”, dijo ayer Gerardo Fernández Noroña. Apenas el viernes pasado, el empresario, que fue acusado por Corral por una supuesta defraudación fiscal, le espetó: “Ahora sí dame la cara, por una vez en la vida”, mientras el senador se ocultaba detrás de hombres que parecían sus escoltas hasta que se guareció en una camioneta y cerró rápidamente la puerta, en una acción de destacado escapismo.

