Maribel Flores Martínez, Minerva Bautista y Elena Victoria son trabajadoras del hogar e integrantes de la Posada Teatro de las Trabajadoras del Hogar; ellas dicen que una de cada tres enfrenta problemas, principalmente de discriminación, clasismo, trabajo mal pagado y migración.
En el marco del Día Internacional de la Trabajadora Doméstica, a celebrarse el 30 de marzo, conversaron con La Razón y coincidieron en que, aunque se promulgan muchas leyes y se han abierto los espacios en pleno 2025, siguen visibles las mismas problemáticas de hace 50 años.
En el país, de acuerdo con datos de la OIT, existen aproximadamente dos millones 227 mil 225 trabajadoras/es del hogar, de los cuales 94 por ciento (dos millones 111 mil 539) son mujeres. Entre ellas, casi la mitad (45 por ciento) tiene entre 25 y 44 años; 34 por ciento tiene entre 45 y 59; mientras que las menores de 25 y las mayores de 60 representan 10 por ciento cada grupo.

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Lograr la afiliación obligatoria de las trabajadoras del hogar no es caridad, sino un verdadero acto de justicia socialAdalberto Méndez López, Abogado y consultor internacional
Si consideramos que la jornada semanal promedio de estas personas es de 31 horas, y 86 por ciento de ellas percibe menos de dos salarios mínimos como remuneración, lograr el acceso de este grupo poblacional a prestaciones de seguridad social representa una medida compensatoria e igualadora de derechos laborales que, necesariamente, repercutirá en sus derechos humanos.
Minerva Bautista nos platicó que, ante ese escenario, ellas decidieron “ponerle una mejor cara a la situación” y formaron la Posada Teatro de las Trabajadoras del Hogar. “Llevamos un año como teatro independiente y la última obra que presentamos es El árbol, de Elena Garro”.
“Esto en instituciones educativas como el COBAEM número nueve, CECUIFJ Huixquilucan, Tecnológico CUICALLI; nos abrieron las puertas para presentar la obra, fue muy significativo para nosotras, ya que ese es el propósito de hacer activismo y consciencia de lo importante que es para nuestra sociedad nuestro trabajo como trabajadoras del hogar”, señaló la mujer trabajadora.

A pesar de darse esos espacios, sus problemáticas son constantes ante la falta de visibilización de la importancia de sus trabajos. Maribel, otra trabajadora, consideró que el salario promedio de una trabajadora del hogar depende mucho de la zona donde radica o migra para trabajar en casa.
“Un ejemplo, en Ixtlahuaca, Estado de México, de dónde soy originaria, apenas dan 200 pesos por una jornada de nueve a 12 horas de trabajo. Es por eso que muchas mujeres migran a las ciudades grandes para un mejor salario.
“Las labores que realizamos no equivalen al salario que se nos da por el trabajo del hogar; es muy pesado y muy mal remunerado. Por un sueldo mínimo quieren que, aparte de limpieza, exijan cocinar, lavar, planchar, estar al cuidado de mascotas, niños y/o adultos mayores y no se nos retribuye ese trabajo extra y termina perjudicando nuestra propia salud que no alcanza ni para una consulta médica con 200 pesos”, dijo.
Por un sueldo mínimo quieren que, aparte de limpieza, exijan cocinar, lavar, planchar, estar al cuidado de mascotas, niños y/o adultos mayores y no se nos retribuye ese trabajo extraMaribel, Trabajadora
La joven que comenzó a trabajar en esta actividad desde los 14 años señaló que son muchas las situaciones adversas que enfrentan, que van desde discriminación, clasismo, “invalidación de nuestras opiniones y pensares, trabajo mal pagado, migrar y abandonar a nuestras familias; mientras cuidamos a los hijos de los empleadores, descuidamos los nuestros por necesidad… todas las violencias, desde físicas, psicológicas, sexual, económica”.
Adalberto Méndez López, abogado y consultor internacional en materia de empresas, DD.HH. y ESG, actualmente coordina la Clínica de Empresas Sociales y Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Ibero.
Consideró que, si bien son de celebrarse los avances en esta materia, aún falta mucho por hacer, pues se estima que, de las aproximadamente 2.2 millones de trabajadoras del hogar en México, hasta marzo del 2022 sólo se habían afiliado al IMSS alrededor de 43 mil 823, nueve de cada 10 de éstas aún se encuentran sin afiliación y con bajos salarios.
“El reto no es menor; sin embargo, de este proceso se advierte una experiencia aleccionadora: Que las acciones coordinadas entre Gobierno y sociedad civil son posibles cuando existe voluntad política y su resultado puede ser de gran impacto. Lograr la afiliación obligatoria de las trabajadoras del hogar no es caridad, sino un verdadero acto de justicia social”, señaló.
Al trabajar en casas donde los empleadores trabajan ellos sin salir de casa, desde una computadora, el contagio es inminente, aunque se trabaje con cubrebocasElena Victoria, Empleada
Además, sumado a estos problemas, las trabajadoras enfrentan otras situaciones como violencia psicológica, como fue el caso de Elena Victoria, quien relató que en alguna ocasión una de sus empleadoras le regaló “una ropita de bebé para niña”, a lo que ella aceptó.
“Al siguiente viernes, cuando yo asisto al mismo trabajo, el esposo de esta señora me acusó de robo, me dijo que me iba a denunciar al MP, entonces yo sentí una rabia y una impotencia, lloré tanto porque él no me había regalado nada. Al siguiente martes que vuelvo a asistir al mismo trabajo, toda la ropa que yo me había llevado se la regresé, le toqué la puerta y este señor sale con una sonrisa burlona”, dijo.
Elena también comentó que las trabajadoras del hogar, quienes son sus compañeras, han presentado enfermedades respiratorias constantes, sobre todo desde la pandemia de Covid.
“Las más comunes en mi entorno son la gripe y la tos. Al trabajar en casas donde los empleadores trabajan ellos sin salir de casa, desde una computadora, el contagio es inminente, aunque se trabaje con cubrebocas, pero últimamente me he dado cuenta de que también la alergia que me provoca el que tengan mascotas, sean perros o gatos, a quienes también debemos darles sus cuidados”, concluyó.
