Julio Carranza, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), agradeció al Presidente Andrés Manuel López Obrador haber cumplido el compromiso de no cambiar las reglas de regulación del sector bancario.
En la ceremonia de clausura, señaló que haber tenido una buena relación con el Gobierno permitió un crecimiento importante en el sector alcanzando 1.6 billones de pesos, lo que indica que hay un sistema bancario sano, solvente y líquido.
“Fue muy claro en señalar que no cambiaría la regulación bancaria que durante años ha convergido con las mejores prácticas internacionales y supervisión. Dijo que no habría cambio de reglas y se ha cumplido cabalmente, muchas gracias señor presidente”, expresó.
El representante del conjunto de bancos privados de México agradeció también al jefe del Ejecutivo el hecho de haber respetado la autonomía del Banco de México, como lo prometió al inicio del sexenio.
Además, felicitó también al secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, por el manejo razonable y atinado de las finanzas públicas.
El presidente de la ABM le comentó al jefe del Ejecutivo que el ambiente de reglas claras ha propiciado un entorno favorable para hacer negocios por lo cual “es crucial cuidar este ambiente, la certidumbre y la confianza son activos valiosos, difíciles de forjar y fáciles de perder”.
Por otra parte, comentó que la banca es respetuosa del proceso electoral y trabaja con total empeño con quien resulte favorecido de la elección popular.
“Mantengan la certidumbre y la confianza, eso es el terreno fértil del crecimiento y eso es esencial para el desarrollo para México”, apuntó.
Por otro lado, Julio Carranza detalló que en los últimos cinco años la cartera de crédito bancario experimentó un notable dinamismo, pasando de cinco a 6.8 billones de pesos, lo que representa un crecimiento del 36 por ciento.
“El crédito en México lleva creciendo a doble dígito, es decir, 10 por ciento en promedio anual durante los últimos 20 años”, dijo.
Puntualizó que de 2018 a la fecha, 785 mil familias pudieron comprar su casa con crédito bancario, un millón de personas pudieron financiar la compra de un vehículo, 16 millones de mexicanos tomaron un crédito personal y 14 millones de clientes recibieron un crédito de nómina o de consumo duradero.
“Para dimensionar la importancia del crédito para las familias, hoy el 66 por ciento de los bienes de consumo duradero, por ejemplo, una lavadora, una estufa o un refrigerador se financian con crédito bancario”, comentó.