A colonias de zonas altas no llega ayuda, señalan

Acampan en la Costera para “cazar” los apoyos

Damnificados reprochan que las autoridades sólo se enfoquen en la zona turística y no en las colonias populares; temen que la situación comience a empeorar ante robos

Habitantes de Acapulco y colonias colindantes acuden a rellenar sus garrafones en una potabilizadora de agua de la Sedena, ayer.
Habitantes de Acapulco y colonias colindantes acuden a rellenar sus garrafones en una potabilizadora de agua de la Sedena, ayer. Foto: Cuartoscuro

La desesperación por la falta de apoyo en zonas altas de Acapulco obligó a decenas de personas a acampar en negocios, tiendas de conveniencia y plazas comerciales a lo largo de la Costera, donde, dicen, se concentra la ayuda y no va a llegar a las zonas donde viven.

A pesar de que la mayoría de establecimientos en el puerto está vandalizada, a la gente no le preocupa dormir entre vidrios rotos, enseres destruidos o mobiliario a punto de caer; incluso, se ven niños jugando afuera, con la vigilancia de sus padres.

La población afectada se ha quejado en repetidas ocasiones de que las autoridades sólo se están enfocando en la zona turística, dejando en el olvido a las colonias populares. Además, ven con preocupación que aún no comience el abasto en las tiendas, pues esperan que, si no llega la ayuda, cuando menos haya dónde comprar.

Los habitantes de las colonias altas ahora temen que, al dejar sus hogares, puedan ser víctimas de la “rapiña”, debido a que informes locales aseguran que varias personas comenzaron a meterse a los hogares, aprovechando que se salen a buscar alimentos.

Otro de los problemas es que hay muchos habitantes que van a municipios cercanos a surtirse de víveres, pero dejan sus hogares por varios días. A pesar de ello, las autoridades sólo hacen rondines en la zona de la Costera Miguel Alemán, pero en las zonas altas los habitantes reportan que no hay seguridad.

La situación se deteriora a medida que pasan los días, pues el reclamo de la gente sigue siendo el mismo: comida y agua, por la que hacen fila de cinco a ocho horas para que les den un garrafón; los víveres faltan en las zonas altas del puerto, como en las colonias Fovissste, Soles, Costa Azul, Cumbres e Infonavit.

“Acá estamos relativamente bien, pero en las colonias altas hay mucho desabasto de todo. Hay personas que ni siquiera han podido salir de sus comunidades, porque hay deslaves y casas derrumbadas por el huracán. Ahí ninguna autoridad se ha parado”, dijo un vecino de la colonia Luis Donaldo Colosio a La Razón.

El problema del desabasto impactó en mayor medida a las personas de escasos recursos, pues si bien ya tenían carencias, la situación se complicó al no poder bajar en todo momento a la zona de la Costera, que es donde llegan los víveres y apoyos.

“Vivimos en la colonia Cumbres, pero no ha llegado la ayuda allá, ya que es complicado que alguna autoridad suba; si aquí (en la Costera) todo está derrumbado, imagínese cómo está en la colonia, que ni siquiera se puede subir.

Algunas personas en Acapulco temen que con el transcurso de los días la situación comience a ser peor, debido a que los robos, ahora a la población, comienzan a darse principalmente en la noche, debido a que la gente sale para recoger lo que sirva de los negocios que siguen en pie.

Cabe destacar que en Acapulco, cientos de personas hacen largas filas de cinco a ocho horas para rellenar garrafones de agua, pues desde el jueves, elementos del Ejército suministran del líquido a vecinos del sitio y colonias aledañas.

La organización Reinserta indicó que entregó apenas 130 despensas que pudo conseguir, mientras las filas eran de cientos de personas, lo que también originó conflictos, pues la comida es cada vez menos.