Peligro por fuegos artificiales

Por fabricación ilegal de pirotecnia, cada semana hay una explosión

Reportan 135 incidentes de 2019 a 2021; este año han perdido la vida 18 personas; "si tienes respeto a la pólvora, ésta te va a tener respeto a ti", dice Alex, un vendedor

Alex, en su local en Tultepec, ayer.
Alex, en su local en Tultepec, ayer. Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

En los últimos tres años, cada ocho días ha ocurrido un promedio de un accidente por pirotecnia, principalmente por la fabricación clandestina de estos productos de acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El mal manejo de la pirotecnia ha derivado en 135 incidentes de 2019 a 2021, ocasionando cientos de heridos y también fallecidos.

Este año han perdido la vida al menos 18 personas en explosiones de talleres con juegos pirotécnicos o durante el transporte de este material, de acuerdo con una revisión realizada por La Razón.

La tarde del 23 de diciembre, una camioneta que transportaba fuegos artificiales estalló mientras circulaba por la carretera Villagrán-Celaya en la comunidad de El Rehilete. En el lugar murieron cuatro personas y cuatro más resultaron heridas.

Alex muestra a La Razón algo de la pirotecnia que fabrica su familia y pone  en venta.
Alex muestra a La Razón algo de la pirotecnia que fabrica su familia y pone en venta. ı Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

Éste fue el accidente más reciente en el que perdieron la vida a causa de estos explosivos, y aunque éstos ocurren todo el año, la incidencia aumenta en el mes de diciembre.

El 70 por ciento de los accidentes con artificios pirotécnicos ocurre en instalaciones donde se fabrican o guardan de forma ilícita, explicó el Mayor Ingeniero Industrial Iván Sabino Ruiz, de la Sedena.

En entrevista con este medio, el Mayor Ingeniero expuso que los incidentes más frecuentes son con la fabricación, el almacenamiento y el transporte de este material.

“Muchas veces, tanto las personas que tienen un permiso plenamente legal como aquellas que se dedican de manera ilegal, a la hora de la elaboración de los materiales no tienen todas las medidas de seguridad o no realizan los procedimientos correctos, y provocan un tipo de flama que deriva en una explosión”, puntualizó.

La Sedena, a través de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, realiza el control de las actividades comerciales e industriales con explosivos mediante la expedición de permisos generales y extraordinarios.

De los mil 800 permisos que ha entregado la Sedena para desarrollar esta actividad, 320 fue para artesanos pirotécnicos del municipio mexiquense; es decir, 17.7 por ciento.

“La gente de ese municipio, por tradición de familia o alguna necesidad realizan este tipo de actividades y tenemos mayor concentración, tanto la venta legal como desgraciadamente la ilegal”, señaló.

Vendedores de cohetes en el Estado de México, en espera de clientes, ayer.
Vendedores de cohetes en el Estado de México, en espera de clientes, ayer. ı Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

Respeto a la pirotecnia, lo que rige el trabajo de fabricantes

Entre los 300 locales del Mercado de San Pablito en el municipio de Tultepec se encuentran decenas de familias que desde hace más de 100 años, han continuado con la tradición de la pirotecnia.

Uno de ellos es Alex, de 17 años, quien ha continuado con el oficio de sus abuelos de vender pirotecnia; desde los siete años invitaba a la gente a comprar en el local, vestido de pingüino, el logotipo de su local, hasta pasar a la fabricación de estos cuetes.

“Como lo han dicho en generaciones anteriores: si tú tienes respeto a la pirotecnia, te va a tener respeto a ti”, explicó en torno al principio que rige su trabajo y tradición.

Al describirlo como un trabajo honesto y honrado, Alex confía en que sus hijos continúen con este trabajo, aún consciente de que algún descuido pueda ocasionar un accidente en el mercado.

El joven muestra con orgullo los “escupidores”, un artefacto largo que avienta chispas, mismo que fabrica su familia. También, desde atrás del mostrador, enseña una bolsa con cientos de ratones, sus cuetes favoritos: “Cuando estoy estresado prendo uno, me meto a brincar entre ellos, a quemarlos con la mano”.

“Para alguien que lo ha vivido desde niño, esto significa mi patrimonio. Gracias a esto tenemos nuestro cochecito, nuestra casa, todos nuestros bienes. De esto voy a vivir, lo traemos desde la sangre, de generación y generación”, relató.

En el Tianguis de la Pirotecnia, ubicado en el Estado de México, a una hora de la capital del país, también trabaja desde hace 25 años en la venta de pirotecnia Lizbeth Campos Sánchez, mejor conocida como Mamá Lucha.

Comerciantes equipan locales con extintores, picos y palas por cualquier emergencia.
Comerciantes equipan locales con extintores, picos y palas por cualquier emergencia. ı Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

“Somos cueteros de corazón, nos gusta mucho y de aquí comemos”, así describe la tradición de la pirotecnia.

Con una sonrisa, la mujer de 47 años dice que lo que más le gusta es vender y tronar cuetes, por eso, su época favorita son las fiestas decembrinas.

No puede decidir cuál es su cuete favorito, todos tienen su encanto: abejorros, ovnis, charritos, el volcán con diamantina, por mencionar algunos.

“Aquí en el pueblo es tronar cuetes diario, cada uno tiene su santito. Si viene a vivir a Tultepec, aquí hay cuetes”, expresó.

Sin embargo, la alegría de éste y otros puntos del país se ha visto apagada por accidentes, a causa de malos manejos o venta ilegal.

“Con el paso de los años se han reforzado las medidas para evitar accidentes”, comenta Mamá Lucha.

Los locales están equipados con pala, picos, extintor, cubetas con agua y arena; incluso se modificaron las estructuras, que antes eran de ladrillo, para evitar que vuelen si ocurre una explosión, como ocurrió en la tragedia de 2016.

En una de las paredes del local también está visible el permiso expedido por la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos de la Sedena, que los acredita como un punto de venta legal, al igual que el resto de los sitios del tianguis.

Entre los pasillos del mercado también está el local de Jorge Cervantes Vázquez, cuya familia lleva en este negocio casi 100 años, y él busca dejar este legado a sus hijos para descansar después de trabajar más de 60 años.

“(Cuando empecé) hacía terminados de las mercancías, las mechas, los papelitos; después empecé a fabricarlos”, indicó.

Jorge Cervantes dijo que la pirotecnia lo representa todo, ya que de esta actividad se mantiene 80 por ciento de la población del municipio de Tultepec, que asciende a 150 mil habitantes.

“Si se vende aquí en el mercado, hay movimiento en todo el pueblo, hay dinero para todos; si no se vende, todos andamos tristeando. Esto es el corazón de todo”, expresó.