Adán Augusto López Hernández dio a conocer su carta de renuncia al cargo de secretario de Gobernación, en la que le indicó que si deja el gabinete no es por buscar algo mejor que acompañarlo.
A través de sus redes sociales compartió un video en el que leyó la carta que le entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que relató los años en que había estado trabajando.
Reconoció que fue complejo para él solicitarle que aceptara la renuncia al frente de la Secretaría de Gobernación, porque desde esa encomienda lo acompañó para escribir una de las páginas más luminosas de Tabasco, de México y de la historia de la democracia latinoamericana.
“Yo prefiero pedir que si está en su agrado, me releve de este cargo para así atender con la tenacidad, los valores y compromiso histórico que usted sembró el encargo de profundizar la Cuarta Transformación de la vida pública nacional. Le ruego que no crea que busco algo mejor o más grande que el privilegio de acompañarlo, todo lo contrario, la realidad es que usted ya ha hecho más que suficiente por todas y por todos nosotros”, expresó.
El político tabasqueño recordó que hace 18 años se buscó desaforar a López Obrador y comentó que desde entonces comenzó a respaldarlo en contra de la injusticia.
“Me preguntó: ‘Adán, ¿qué andas haciendo?’ A lo que respondí: ‘aquí, respaldándolo frente a la injusticia que quieren cometer. Esa conversación inocente terminó con una instrucción que parecía fácil. ‘Adán, ven a ayudar’. Y desde entonces, hasta que la vida me lo permita, pretendo seguir cumpliendo.
“Como usted sabe, en política hay instrucciones, pero no un manual de instrucciones, y nos tuvimos que adaptar a las necesidades del momento. Muchos aprendimos a ser militantes de base, dirigentes partidistas, diputados, senadores, delegados, acitivistas, juristas, comunicadores y, por qué no, hasta gobernadores y secretarios, con el propósito de poner en valor la confianza que usted y el pueblo de México habían depositado en nosotras y nosotros en el proyecto de nación”, indicó.
Aseguró que en todos estos años aprendió que lo valioso de una instrucción no es su precisión, sino las consecuencias, “y hoy, yo soy poco más que una consecuencia de la que usted encabeza y que encabezó por décadas ‘un ayudante de campo del sol’, como diría Pellicer”.
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Leo