Si somos neutros frente a la crisis política y de derechos humanos que vive Venezuela, el futuro de este continente no va a ser muy bueno, dijo ayer el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, al hacer un llamado al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para abandonar la imparcialidad diplomática y sumarse a los países que reconocen al líder opositor, Juan Guaidó, como mandatario encargado de una “transición democrática”.
De visita en la Ciudad de México, donde participó en el Oslo Freedom Forum, encuentro que apoya a activistas de derechos humanos, convocado por Human Rights Foundation, el diplomático uruguayo, una de las voces más duras contra el chavismo, consideró que iniciativas como las del Mecanismo de Montevideo, que encabeza México y Uruguay, que promueven el diálogo, corren el riesgo de consentir violaciones y represión contra el pueblo, como, aseguró, es el caso del país sudamericano.
“No podemos ser permisivos con eso, porque en el futuro del continente no tiene que haber más ‘Maduros’, porque si esto se vuelve una copia, nuestros países se van al despeñadero”, señaló.
El líder de la OEA aclaró que no está en la posición de dar instrucciones a nadie sobre política exterior, pero se trata de promover una respuesta a los problemas de los países a partir de un posicionamiento ético y en defensa de las libertades.
“México andará su propio camino con respecto al tema de Venezuela, y la Organización de Estados Americanos (OEA) no es quién para dictaminar si debe cambiar o ratificar su posición”
Luis Almagro
Secretario general de la OEA
“México andará su propio camino con respecto al tema de Venezuela, y la Organización de Estados Americanos no es quién para dictaminar si debe cambiar o ratificar su posición”, dijo.
Ésta no es la primera vez que Almagro se refiere a la neutralidad mexicana en el conflicto venezolano, que se intensificó con la autoproclamación de Guaidó como jefe del Ejecutivo; en enero pasado se mostró más severo en una entrevista con CNN, en la que aseguró que “los países que apoyan el diálogo en Venezuela están siendo cómplices de la dictadura de Nicolás Maduro”.
Tras el desafío de Guaidó al gobierno de Maduro, el pasado 23 de enero México se declaró neutro y se abstuvo de reconocer al opositor, mientras que Estados Unidos y la mayoría de los países del Grupo de Lima, sí lo hizo.
En el panel celebrado en el auditorio del Museo de Antropología e Historia, Almagro se mostró más cauto al considerar una intervención militar, luego de seguir la petición de Juan Guaidó y del gobierno estadounidense, de “no descartar ninguna opción” ante la crisis.
El Dato: Previo a su toma de protesta, AMLO se pronunció por mantener el principio de no intervención y la búsqueda del consenso para resolver el conflicto en Venezuela.
“Somos los primeros en condenar una intervención, por la sencilla razón de que cualquier manual de texto de derecho internacional lo condena”, expresó.
Y agregó que la carta democrática de la OEA es un texto de avanzada en la defensa a las democracias y que el único esquema de diálogo es convencer a una dictadura que genere las condiciones para tener elecciones libres y permitir a la ciudadanía decidir.
DEMANDAN QUE PONGA EL EJEMPLO. El panel por la democracia, al que se presentó Luis Almagro, contó con las intervenciones de Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, y Jorge Quiroga, expresidente de Bolivia; ambos coincidieron en que México, “hermano mayor de América Latina”, debe poner el ejemplo para repudiar los actos “grotescos” que aquejan a los venezolanos.
“La neutralidad en casos tan grotescos como Venezuela, la debacle económica más fuerte de América Latina, catástrofe humanitaria, represión autoritaria, si pasa impávida y prevalece va a tener efectos contrarios sobre Nicaragua, Bolivia y otros. Llamamos a México, hermano mayor: súbanse al barco, reconozcan a Guaidó y ayúdenos a luchar por la democracia en Venezuela”, afirmó Quiroga.
“Yo siempre le he dicho a los mexicanos: ustedes son el hermano mayor de Latinoamérica”, dijo Chinchilla, al señalar también la “ausencia” por parte del gobierno de López Obrador también en la crisis que vive Nicaragua.
La exmandataria aseguró que entiende, “hasta cierto punto”, que Andrés Manuel dé prioridad a la agenda nacional, “pero no puede dejar de ver más allá”.
“Yo entiendo que un Presidente que llega a un país con problemas que se justifican, como la corrupción y la violencia, tenga que dar prioridad al manejo de la agenda nacional. Pero los países no pueden renunciar a los temas globales”, concluyó.
Rechazan intromisión, pese a presión de EU
El Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su llamado para que el chavismo y la oposición en Venezuela se sienten a dialogar.
“Convoco respetuosamente a las partes en conflicto a buscar una salida pacífica”, dijo en Palacio Nacional.
Y dejó en claro que México no será parte de la polarización, pues no se entrometerá en la política interna de otras naciones: “A nadie le gusta que nuestros vecinos se metan en asuntos de nuestras familias; no olvidemos el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Por su parte, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, coincidió en que México no puede meterse en otros países, a pesar de las presiones de Estados Unidos para reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de esa nación.
El senador zacatecano rechazó que sea un peligro para nuestro país desoír a un aliado comercial, tras las presiones desde Washington: “lo que expresó el secretario de Estados Unidos (Mike Pence) es un asunto que simplemente escuchamos y respetamos, pero no compartimos que el país se vea en un proceso de injerencia”.
Con información de A. López y S. Ramírez
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