En la víspera de Navidad, Ale, un bebé pingüino gentoo, vio la luz en el acuario Inbursa, convirtiéndose en el primer animal de su especie en nacer en México.
El pequeño, que midió 12 centímetros y pesó 800 gramos, fue bautizado con ese nombre en honor a Alejandro Nasta, fundador del recinto marino, ubicado en la calle Miguel de Cervantes Saavedra, frente al Museo Soumaya.
Desde noviembre pasado, sus padres, Mari y Beto, dieron su puesta de huevo, gracias al al trabajo constante del equipo de biólogos y veterinarios del lugar.
De acuerdo con el acuario, la reproducción de esta especie requiere atención en el fotoperiodo, su alimentación y la temperatura de seis grados centígrados en el agua y el aire.
"Con lámparas formamos los fotoperiodos, metimos piedras en septiembre. El macho lleva una piedra a la hembra, la acepta y empiezan a formar un nido de piedra en el que después de la cópula, ponen los huevos", contó una de las seis especialistas encargada de los pingüinos del acuario.
Así, tras un mes, Ale, cuya especie se encuentra en riesgo menor debido al calentamiento global que amenaza su hábitat, en la Antártida, llegó al mundo bajo la supervisión de sus cuidadores humanos.
Cabe señalar que el recinto permanecerá cerrado hasta el próximo 11 de enero o más días, si las autoridades de la Ciudad de México así lo determinan, debido a la emergencia sanitaria.
“Mientras cerramos nuestras puertas, nuestro equipo de expertos, biólogos y veterinarios velarán por la integridad de nuestras especies con estrictos protocolos de sanidad y seguridad”, garantizó el acuario.
