El PAN en el Senado alertó ayer sobre el daño que la construcción del Tren Maya traerá a la selva, lo que afectará la principal zona turística del país.
La senadora Xóchitl Gálvez explicó que particularmente el cambio del trazo de la obra provocará un mayor impacto. “Cuando remueven a (Rogelio) Jiménez Pons, me supongo, porque no puede resolver el problema, y deciden reubicarlo (el tren) a cinco kilómetros, el problema que se da es que justo ahí es donde hay la mayor cantidad de ríos subterráneos y donde hay selva virgen, ocho millones y medio de árboles, dos mil 500 hectáreas”, indicó.
La senadora por Quintana Roo, Mayuli Latifa Martínez, apuntó que no pretenden frenar el Tren Maya, sino que se haga bien, con los estudios y permisos autorizados.
Explicó que el desarrollo de esta obra pone en riesgo la selva maya, el azul turquesa del mar Caribe y, por consiguiente, el turismo en la región, lo que implica los empleos y el desarrollo.
“Está en riesgo el acuífero más importante del mundo y el sistema kárstico más importante, pero sobre todo el efecto y las consecuencias que tendríamos para los que vivimos en Quintana Roo.
“Perderíamos el azul turquesa de nuestras playas, perderíamos empleos, perderíamos nuestro hogar, porque a eso nos dedicamos en el estado, como la principal actividad económica que es el turismo, esto a un corto plazo, dicen los científicos, que esto pudiera acabarse”, aseveró.
Por su parte, el líder del blanquiazul en el Senado, Julen Rementería, manifestó que aunque se “deje de lado toda la reglamentación para construir una obra y hacerla por su capricho”, se debe respetar el medio ambiente.
Cuestionado respecto a si en algún punto se podrían fincar responsabilidades penales, comentó que se tiene que revisar porque hay diferentes procesos legales, incluyendo amparos por parte del tren.
“Se están amparando en permisos provisionales, el poder saber hasta a dónde alcanzan, y hay amparos en otras partes y tramos del tren, hay cuestiones de materia indígena que no se han cubierto”, dijo.