El cierre de fronteras en Europa, la adopción de políticas migratorias de extrema derecha, la crisis en algunas regiones de África y Asia, así como las condiciones de hambruna en varios países de esos continentes y América Latina, han provocado una “inusual” migración de menores no acompañados hacia la frontera entre México y Estados Unidos, que provienen de al menos 29 países, alertaron expertos.
Sus señalamientos se refieren a que, sólo en la frontera de Baja California, principalmente Tijuana y Mexicali, del 1 de enero al 24 de junio de este fueron rescatados 242 infantes que llegaron de naciones como Afganistán, Bangladesh, Costa de Marfil, Egipto, Ghana, Guinea, India, Jordania, Mauritania, Nepal, Rusia, Senegal, Somalia, Sudán y Turquía.
El mayor número de infantes detectados llegó procedente de Guatemala, con 113, seguido de El Salvador, 21; Honduras, 19, y 12 de Ecuador, según datos de la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California.
Llama la atención la travesía larga que deben realizar los menores no acompañados desde el Lejano Oriente o de naciones del continente africano; la mayoría de ellos, utilizando a los traficantes de personas o sus propios familiares.
Y en general, en el país, la presencia de menores migrantes no acompañados ha ido en aumento. Al comparar el periodo de enero a abril del 2023 contra el mismo lapso de este año, se tiene un incremento del 162 por ciento, pues mientras el año pasado se detectó la llegada de mil 087 menores migrantes no acompañados al país, este año fueron dos mil 855 infantes, de acuerdo con los datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Del periodo referido del año pasado fueron 79 niñas y niños de 0 a 11 años, así como mil 008 casos de 12 a 17 años en los que los menores se encontraban en esa condición irregular en nuestro país, en tanto que en el cuatrimestre respectivo del 2024 se reportaron 432 infantes de 0 a 11 años, y dos mil 423 de 12 a 17; es decir un aumento de 446 por ciento y 140 por ciento, conforme a los rangos de edad, respectivamente.
Los especialistas coincidieron en la urgencia de atender las causas que obligan a los menores a migrar solos desde sus países de origen, con el propósito de que exista menos motivación a salir de allí. Por ello, propusieron un acuerdo internacional que priorice a la niñez migrante, porque es el perfil más vulnerable del fenómeno migratorio.
José María Ramos, representante de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), resaltó que en lo que va de este año fiscal en Estados Unidos, de octubre del 2023 a mayo del 2024, han sido detenidos cerca de un millón 278 mil personas, de las cuales 75 mil son infantes no acompañados.
Incluso, refirió que esa cantidad supera al número de migrantes de El Salvador, país que ha disminuido su migración por los programas de desarrollo local, el programa Atendiendo a Jóvenes sin Violencia, apoyo auspiciado de México.
“Están los datos contundentes, son 37 mil 500 (salvadoreños) en todos estos ocho meses, comparado con 90 mil de Honduras, 165 mil en Guatemala y los cerca de 400 mil de México”, agregó.
Eunice Rendón, coordinadora de la iniciativa Agenda Migrante, declaró a La Razón que los últimos tres años se han caracterizado por la migración en unidades familiares con adultos, desde países de otros continentes a territorio nacional.
Indicó que, a nivel internacional, se calcula que la migración de niños es de cerca de 15 por ciento; y en el caso de las Américas, incluido México, es del 25 por ciento. Entonces, abundó, hay una proporción mayor que sobre todo se ha dado en los últimos 10 años, particularmente en los cuatro anteriores, en nuestra región.
“Al final, ese aumento en la migración africana tiene que ver también con el hecho de que Europa está poniéndose un poco como (Donald) Trump; o sea, se reformó recientemente la política migratoria en Europa para restringir más la política de asilo, de refugio.
“También, Reino Unido sacó una política bárbara en el tema, en donde incluso dicen que los iban a deportar a Botswana, una cosa así. Entonces, realmente todas esas políticas como de derecha extrema y de limitación en los temas migratorios, pues han hecho que muchos de los migrantes africanos, que antes iban a Europa, ahora vean más bien nuestra región como una opción”, evaluó.
Rendón Cárdenas detalló que los menores no acompañados toman las mismas rutas que los adultos, “pero con un riesgo mayor por su edad, lo que esto implica. Por ejemplo, en el Darién (paso entre la frontera de Panamá y Colombia), muchos han perdido la vida o se han lastimado porque es un camino agreste”.
Expuso a este diario que “muchas veces sufren todo tipo de abusos en el camino y también se ha detectado otra vertiente muy peligrosa, que es el reclutamiento por parte de criminales de este tipo de niños, porque por su edad le sirven mucho al crimen; es decir, hay algo que se conoce como niños de circuito.
“Son esos niños que no pueden detener justamente los criminales, ya que por su edad, cuando cruzan los utilizan para pasar personas y sustancias, y si los detienen los deben de regresar, por eso se llaman niños de circuito”, manifestó.
José María Ramos, del Colef, consideró que para frenar el fenómeno de los niños migrantes no acompañados –que aunque no es nuevo– debe haber corresponsabilidad global de los principales países expulsores, para generar políticas de protección y seguridad de menores.
“Lamentablemente no es una prioridad y no es solamente ahora; los países centroamericanos, estamos hablando de nuestros países de aquí de la región; ya estamos hablando, por ejemplo, que es el fenómeno nuevo de los países de África.
“Por ejemplo, Senegal, Guinea, Mauritania, Angola, Somalia, Egipto, Etiopía, Camerún, Congo. De Asia, estamos hablando de India, Afganistán, Bangladesh, Uzbekistán, Nepal, Turquía, Vietnam y Tayikistán”, finalizó.
- Afganistán
- Bangladesh
- Costa de Marfil
- Egipto
- Ghana
- Guinea
- India
- Jordania
- Mauritania
- Nepal
- Rusia
- Senegal
- Somalia
- Sudán
- Turquía
Piden repatriar restos de migrante guatemalteco
El cuerpo de Yovanny, un joven migrante guatemalteco, lleva 13 años en una morgue en la Ciudad de México. Intentó migrar en 2011 pero fue secuestrado, torturado y asesinado por criminales en Tamaulipas para después ser abandonado en una fosa común. Su familia pide de nuevo la repatriación de sus restos.
Las autoridades mexicanas recuperaron en su momento un cuerpo y se lo enviaron a la familia de Yovanny para enterrarlo, pero no era él.
Trece años después, los parientes del migrante siguen reclamando que le entreguen a su familiar, pero que también se lleven el cuerpo de quien enterraron en Guatemala porque consideran que otra familia también lo ha de estar buscando, explicó a AP Rosmery Yac, abogada de la familia.
Ni el apellido de la familia de Yovanny ni el lugar de su procedencia han sido revelados ni por la Fundación para la Justicia de México, que apoya en este caso, ni por los abogados en Guatemala. Tampoco los parientes del migrante accedieron a hablar con la prensa.
Cuando Yovanny, un joven indígena Quiché, salió de su casa, en marzo de 2011, tenía 17 años. Pretendía llegar a EU en busca de trabajo para apoyar a su familia, que es de escasos recursos, pero su viaje se truncó cuando miembros del crimen organizado lo interceptaron a él y a otros migrantes. A una semana de su viaje se comunicó con su familia y anunció que estaba en Tamaulipas, y que pronto cruzaría la frontera. Fue la última comunicación y no se supo más de él.
La Fundación recordó que en esa época, grupos del crimen organizado secuestraron y desaparecieron a migrantes para reclutarlos de manera forzada: “Entre abril y mayo (de 2011, el Ejército reportó el hallazgo de 48 fosas clandestinas con 196 cuerpos en San Fernando, Tamaulipas. Entre ellos, estaba el de Yovanny. Pero nadie lo sabía”.
Al joven se le asignó la identificación “Cuerpo 4 Sin Fosa, de la AP 1114”. Sin embargo, un error en el proceso hizo que la etiqueta fuera puesta al cuerpo de otro hombre y el de Yovanny recibiera la etiqueta “Cuerpo 5”. En 2012, el cuerpo fue entregado a la familia que, sin poder verlo, lo veló y enterró en un cementerio local.