Después del proceso electoral en el que Morena destaca el avance de la Cuarta Transformación en el país, comenzará el proceso de renovación de la estructura a nivel estatal y municipal, debido a que en la mayoría de sus dirigencias locales optó por hacer designaciones directas de liderazgos sólo mientras pasaban los comicios.
En breve, el partido emitirá una convocatoria para la selección de nuevos liderazgos en el partido, ya que en algunos estados, como Colima, los dirigentes estatales están en el cargo desde 2015; mientras que en otros se quedaron acéfalos ante las renuncias de sus presidentes, como en Baja California, donde el presidente estatal se sumó a la campaña de Jorge Hank Rhon.
La presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján, señaló que después del proceso electoral, es tiempo de que Morena revise la institucionalidad y haga un análisis de la situación de sus órganos directivos, como sus dirigencias estatales.
Reconoció que el partido está obligado a evaluar el trabajo interno y elaborar un diagnóstico con miras a lo que sigue, principalmente las acciones para promover la consulta ciudadana de este año y la revocación de mandato.
“Es un ejercicio obligado que da la oportunidad de tener un diagnóstico que sea la base para lo que sigue, incluyendo los ejercicios de participación ciudadana que llevaremos a cabo este y el próximo año”, indicó Luján.
En ocho estados, el Comité Ejecutivo Nacional, que preside Mario Delgado, optó por nombrar delegados nacionales con funciones de presidente, lo que se sumó a las inconformidades que ya pesaban en el partido por la disputa de las candidaturas, como sucedió en Aguascalientes, donde fue designado el hermano del senador Ricardo Monreal, Eulogio Monreal.
En esta situación también se encuentran Campeche, Coahuila, Ciudad de México, Durango, Jalisco, Estado de México —al delegado estatal Daniel Serrano lo acusaron hasta de venta de candidaturas— y Sinaloa.
En tanto, en Nuevo León y Yucatán Morena tiene delegado y presidente. En el caso de la dirigencia neoleonesa la dirigente estatal Bertha Puga incluso se pronunció en contra de la postulación de Clara Luz Flores a la gubernatura, mientras que en el caso de Yucatán existe una abierta confrontación entre el presidente Eleonai Contreras y el delegado Ovidio Peralta.
El senador con licencia Ricardo Moreno estimó que una vez superados los procesos electorales, es necesario que en la dirigencia del Estado de México se defina al dirigente local, “porque los resultados evidencian que hay fallas en el partido”.
En Jalisco, Claudia Delgadillo, quien resultó electa como diputada federal, reprochó que la delegada Yeidckol Polevnsky impuso candidatos y no respetó los procesos a través de las encuestas, por lo que fue “un total fracaso”.
El balance de los resultados también pesará en los movimientos de dirigentes de Morena, como en el caso de la Ciudad de México, donde el CEN designó al frente del partido al excoordinador de la Central de Abastos, Héctor Ulises García Nieto, quien enfrenta la principal derrota del partido en uno de sus bastiones.
Morena tiene 19 dirigentes estatales formales, pero muchos de ellos llevan hasta cinco años en el cargo, sin cumplir un proceso de renovación.
En tanto, en Baja California, Tlaxcala y Veracruz, el partido incluso se quedó temporalmente acéfalo por las renuncias de sus dirigentes, como en el caso del comité veracruzano, cuyo dirigente se pasó a las filas de Fuerza por México.