Entre militantes expulsados y renuncias, el otrora partido único, el PRI, se está desarticulando bajo el liderazgo de Alejandro Moreno Cárdenas, quien además de acumular un paquete de derrotas electorales, enfrenta una desbandada de militantes inconformes.
Este lunes se formalizará la salida de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Nuvia Mayorga, ambos de Hidalgo, estado que es parte de los últimos bastiones que perdió el tricolor ante Morena, pero también están en puerta las de Claudia Ruiz Massieu, senadora por Guerrero, y el mexiquense Eruviel Ávila Villegas, aunque éstas últimas no han sido confirmadas.
Osorio Chong sale del Revolucionario Institucional después de que fue destituido como coordinador del grupo parlamentario, tras una serie de desencuentros con el presidente de ese partido y entre amenazas de expulsión, impugnaciones y acusaciones que han llegado hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Junto con el político hidalguense, se prevé que se dé el anuncio de la salida de otro grupo de militantes priistas, incluidos exgobernadores.
Además, con la pasada derrota electoral en el Estado de México, en la reconfiguración que comenzó en el partido comenzaron a sonar los reclamos por parte de algunos inconformes afines a Ávila Villegas que podrían seguirlo en el éxodo de las filas del tricolor.
El exmandatario mexiquense y actual senador tiene su principal zona de influencia en uno de los enclaves más importantes en términos electorales, como Ecatepec, donde, sin embargo, en la elección del 4 junio el triunfo fue para Morena.
La crisis por la derrota electoral ya se ha presentado en varios estados donde se ha registrado la debacle del priista, como sucedió en Hidalgo el año pasado ante el morenista Julio Menchaca, quien hasta el 2015 todavía formaba parte de las filas del Revolucionario Institucional.
Aunque la renuncia de priistas comenzó desde antes, bajo el liderazgo de Alejandro Moreno se ha dado en desbandada.
Así se dio en el caso del exgobernador hidalguense Omar Fayad, quien manifestó su abierta inconformidad con Alito Moreno, pero además ahora hay una salida masiva de militantes en el estado, primero con más de 100 personas, que incluyó a 15 presidentes municipales y 70 regidores y síndicos.
Este mismo fin de semana, 150 políticas hidalguenses decidieron renunciar a su militancia priista, al acusar violencia política de la secretaria general de su partido, Carolina Viggiano, e imposiciones del líder nacional del tricolor.
En Sinaloa, el desmoronamiento del tricolor también comenzó a darse con el anuncio de más de 200 militantes que presentaron su renuncia bajo el mismo argumento de estar en desacuerdo con la dirección nacional encabezada por Moreno Cárdenas.
Entre los que abandonaron las filas priistas se incluyen militantes “de cepa”, como expresidentes municipales, regidores, diputados locales e incluso algunos funcionarios locales.
En los últimos años, se han visto otras salidas de militantes destacados como Arturo Zamora, quien fue secretario general del partido cuando Claudia Ruiz Massieu fungió como presidenta, del 2018 al 2019, la dirigencia anterior a la de Alejandro Moreno Cárdenas, así como los exgobernadores Ivonne Ortega Pacheco, quien se sumó a Movimiento Ciudadano, y Manuel Andrade Díaz, que encontró acomodo en el PRD, por el que hasta se postuló para ser gobernador, otra vez, de Tabasco.
Entre los inconformes con Alito y los que son invitados por Morena a sus filas, del PRI comenzaron a salir militantes desde hace algunos años, como sucedió con el campechano Raúl Pozos, con Miguel Ángel Chico Herrera y con la todavía senadora Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, que incluso fue dirigente del partido en Baja California.
De hecho, en diferentes estados Morena todavía está reclutando algunos liderazgos de la oposición, como se observó en Coahuila, que intentó “jalar” liderazgos priistas en el último bastión que le queda al partido tricolor, y de cara a próximas elecciones, como las de Yucatán, el guinda no descarta convocar a priistas destacados en la localidad, como el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, quien busca la candidatura al gobierno estatal.
Por si fueran poco las renuncias, la actual dirigencia se ha dedicado a expulsar a sus exgobernadores, como sucedió con Quirino Ordaz y Claudia Pavlovich, que aceptaron cargos diplomáticos en el actual Gobierno federal de Morena, y Ulises Ruiz Ortiz, quien emprendió una “rebelión” en contra de Alito.
Desde que Moreno Cárdenas asumió la dirigencia del PRI, en agosto del 2019, se han disputado 21 gubernaturas y, en ese año, su partido gobernaba 13 estados. Cuatro años después, el PRI sólo gobierna dos entidades: Coahuila y Durango, en alianza con el PAN y el PRD.
Las derrotas que han acumulado incluyen Campeche, Colima, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco (a manos de Movimiento Ciudadano), Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
