Con el fin de darle un carácter civil a la Guardia Nacional (GN), el esquema policial que tendrá será híbrido, compartido entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Sin embargo, la iniciativa presidencial para incorporar a la GN a la estructura de la Sedena deroga seis facultades que la SSPC tenía sobre el cuerpo de seguridad creado en este sexenio.
De 11 atribuciones que el titular de la SSPC ostentaba, sólo va a mantener cinco, y ninguna de ellas está relacionada con la parte operativa de la Guardia Nacional.
Va a haber una reunión de la Jucopo. Vamos a determinar la ruta, no solamente por (la propuesta presidencial), sino determinar cuáles iniciativas están ya dictaminadasIgnacio Mier, Líder de diputados de Morena
De hecho, a la SSPC sólo le corresponderá expedir los nombramientos y remociones de los cargos administrativos de la Coordinación de Administración y Finanzas de la GN, proponer los informes anuales de actividades de la corporación y formular la estrategia nacional de seguridad pública, en lo aplicable a la GN, pero con el aval de la Sedena, entre otras tareas.
En cambio, al titular de la Sedena le toca “ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, y cuando la persona titular del Ejecutivo federal disponga de su intervención para el auxilio de la Fuerza Armada permanente en el ejercicio de sus misiones”.
También, elaborar los programas operativos y estrategias de la GN; organizar la distribución territorial de la corporación y proponer adecuaciones a la estructura orgánica de la misma, entre otras más.
Para hacer frente a los escollos que se pudieran presentar en su discusión y posible aprobación, el documento establece que la GN continuará su consolidación como una institución civil adscrita como órgano administrativo desconcentrado a la SSPC, cuya función primaria es contribuir a la seguridad pública, desarrollar sus actividades con capacitación y adiestramiento policiales, de naturaleza no bélica.
“Por lo tanto, esta corporación seguirá sujetando su actuación al respeto irrestricto a los derechos humanos y a la observancia de los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, así como precaución, gradualidad y rendición de cuentas, en relación con el uso de la fuerza, conforme a los estándares internacionales aplicables en la materia”, refiere la iniciativa presidencial.
La importancia de la Sedena en la integración de la GN se refleja en el número de elementos que conforman a esta última: del total de 113 mil 833 efectivos desplegados en las 266 coordinaciones regionales en el país, 73 mil 805 (64.83 por ciento) provienen de la Sedena; 16 mil 792 (14.75 por ciento), de la Semar; mientras que 23 mil 236 (20.41 por ciento) fueron asignados desde la extinta Policía Federal.
Dado que la GN, de acuerdo a la iniciativa, es la que ejecuta el Programa Nacional de Seguridad, lo va a realizar bajo el mando militar y contraviene el artículo 21 constitucionalArmando Rodríguez, Investigador Casede
Resalta que la adopción de este “esquema policial complejo” responde a los desafíos sin precedente que los “graves” problemas de inseguridad y violencia, vinculados principalmente al crimen organizado, plantean al Estado mexicano en la actualidad.
Además, al “fracaso” de todos los esquemas institucionales previos en materia de seguridad y modelos de Policía, resultado de su “descomposición y corrupción crónicas”.
La iniciativa señala que, en el periodo que lleva operando la GN, el valor, profesionalismo, disciplina, vocación de servicio, integridad y espíritu de cuerpos provenientes de la formación militar de sus integrantes, han sido fundamentales para el cumplimiento de sus fines constitucionales.
Armando Rodríguez, investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), dijo que pareciera que orgánicamente la GN sigue perteneciendo a la SSPC, pero el mando operativo y administrativo queda bajo la figura de la Sedena.
“Entonces, dado que la GN, de acuerdo a la iniciativa, es la que va a ejecutar el Programa Nacional de Seguridad Pública, lo va a realizar bajo el mando militar; ésa es la parte medular y contraviene el artículo 21 constitucional”, refirió.
El investigador destacó que, de acuerdo con el documento, se plantea que la SSPC va a diseñar la estrategia y el Programa Nacional de Seguridad Pública, pero lo va a ejecutar la GN, bajo el mando de la Sedena.
Error, que pase al Ejército la corporación, estima ONC
El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas, aseguró que es un error que la Guardia Nacional (GN) pase a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ya que el país no necesita la militarización de sus cuerpos de seguridad, sino su profesionalización.
“La iniciativa está llena de mentiras, y lo peor es que no se responsabiliza de la grave inseguridad que afecta al país; preocupa que no se diga que es de carácter civil; no toma en consideración que en los hechos ya es militar. “Es un error mantener la Guardia Nacional cómo está y aún uno mayor, trasladarla a la Sedena”, dijo en entrevista con La Razón.
El activista añadió que la iniciativa deja en evidencia que la conformación de la Guardia Nacional es sólo de 20 mil efectivos, mientras que las demás plazas son militares, lo que deja entrever que la debilidad institucional fue desde su conformación.
Francisco Rivas mencionó que el objetivo del Presidente Andrés Manuel López Obrador es suplir una falta de previsión en su conformación, lo que derivará en que el término del sexenio la institución sea cien por ciento militar.
Francisco Rivas comentó qué hay una insuficiencia en la construcción de la institución desde un inicio, por ello, señaló que es lamentable que el Gobierno federal mienta a la ciudadanía sobre su traslado a las Fuerzas Armadas.
Por ello dijo que es necesario un plan rector de profesionalización que no existe, cumplir con el carácter civil y construir, junto con lo local, un trabajo para atender las necesidades.
“Llegan los elementos de la GN sin el conocimiento de los lugares, no se apoya con los cuerpos locales y no logran ser efectivos; por ello, no logran tener un verdadero impacto, pues no hay conocimiento de cuántas detenciones son exitosas desde su llegada”, aseveró.
