"En México se han logrado sentar las bases de la Cuarta Transformación, sin embargo, no todo es perfecto ni aspiramos al pensamiento único ni al consenso; estamos conscientes de que existe la oposición a nuestro gobierno y eso es legítimo y normal en una auténtica democracia", afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al ofrecer un mensaje con motivo del segundo año de gobierno en Palacio Nacional frente a 80 invitados, el primer mandatario dejó claro que la mayoría de los mexicanos respalda a su gobierno, e incluso dijo que “tiene otro dato”, 71 por ciento de los ciudadanos “desea que sigamos gobernando y con eso tenemos”.
Lo anterior provocó una de las seis interrupciones que tuvo su discurso que duró apenas 45 minutos, en el que, dijo, la transformación profunda impulsada por nuevas ideas liberales busca acabar con los privilegios, la impunidad y la corrupción que tanto daño provocaron en gobiernos del pasado.
Agregó que en nuestra nación se lograron sentar las bases de la transformación, donde ahora se respeta la Constitución; hay legalidad y democracia; se garantizan las libertades y el derecho a disentir; hay transparencia plena en el gobierno; no se censura a nadie, no se violan derechos humanos, no se reprime al pueblo.
Tampoco, añadió López Obrador, se organizan fraudes desde el poder; se gobierna con austeridad, con autoridad moral, no se tolera la corrupción ni se permite la impunidad.
“En la práctica no hay fueros ni privilegios, se atiende a todos, se respeta a todos, pero se da preferencia a los pobres, se auspicia la igualdad de género; se repudia la discriminación, el racismo y el clasismo; se cuida y se promueve el patrimonio cultural de México”, señaló.
Advirtió que si su gobierno avanza y resiste es porque decidió enfrentar en primer término la peste de la corrupción que tanto daño ha causado al pueblo, y dijo que es un timbre de orgullo que a pesar de la crisis económica que provocó la pandemia no se dejó de trabajar para consumar la Cuarta Transformación de la vida pública.