"Amor con amor se paga": Así inició su discurso de esta tarde el Presidente Andrés Manuel López Obrador, citando al poeta José Martí, después de encabezar la marcha que partió temprano del Ángel de la Independencia y terminó frente a Palacio Nacional este domingo.
Después de la primera hora de su mensaje (que inició a las 15:00 horas) el titular del Ejecutivo federal propuso llamar a su modelo de gobierno "humanismo mexicano".
"La política es entre otras cosas pensamiento y acción, y aún cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir en el terreno teórico el modelo de gobierno que estamos aplicando", adelantó en el templete ubicado en el Zócalo.
López Obrador dijo que sí se tiene que buscar un distintivo, no solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio de que "nada humano nos es ajeno" sino porque nutriéndose de ideas universales, "lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política".
Al explicar los principios políticos, económicos y sociales del humanismo mexicano que postulamos y que inspira a la Cuarta Transformación, dijo:
"En lo político "no aceptamos el derrotismo, estamos a favor de lo que expresó el Padre de nuestra Patria, Miguel Hidalgo y Costilla: “el pueblo que quiere ser libre, lo será”, y de igual manera, en el terreno de la democracia, consideramos básico actuar como el insigne presidente Francisco I. Madero, que en el Plan de San Luis llamó al pueblo de México, el 20 de noviembre de 1910, a tomar las armas contra dictadura porfirista, porque según sus convicciones, y lo cito textualmente “México estaba gobernado por una tiranía que ha pretendido (sostenía) justificarse a sí misma con el beneficio de la paz y de la prosperidad material; pero esa paz no descansa en el derecho, sino en la fuerza, y esa prosperidad solo beneficia a una minoría, no al pueblo ni a la nación”, abundó.
De este criterio dijo, se desprende también su fundamento de política económica, pues sostuvo que el progreso sin justicia es retroceso.
"Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. En la nueva política económica, moral y social que hemos aplicado desde el principio de nuestro gobierno, se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales".
En su movimiento indicó, "consideramos que lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo; es decir, la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores".
Puntualizó que más allá del simple crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y de manera específica, en beneficio de los más pobres y marginados.
En el terreno social, dijo que la estrategia central del gobierno descansa en respetar, atender y escuchar a todas y a todos, pero otorgando preferencia a los pobres y humillados.
"Siempre dijimos –ese fue mi lema de campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000- que “por el bien de todos, primero los pobres”. Esta frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás", pronunció ante sus simpatizantes.
Finalmente, AMLO dijo que la auténtica política es profundamente humana en su fundamento, en su esencia y, sobre todo, cuando se practica en bien de los demás y en especial de los pobres.