El Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ya envió al Congreso de la Unión, la iniciativa para eliminar el horario de verano.
La propuesta presidencial se basa en estudios que demuestran los efectos negativos que tiene sobre la salud y los pobres resultados en el ahorro de energía o recursos que ha generado desde el inicio de su operación.
Rocío Nahle, secretaria de Energía, justificó la medida con base en tres consideraciones: el rechazo popular a la medida desde 1996, cuando se impuso el cambio de horario, que los ahorros generados son muy bajos y no tiene un impacto en el gasto familiar.
Explicó que una encuesta elaborada por la Secretaría de Gobernación, levantada en junio, demostró que 71% de la población rechaza esta medida y solo 29% estaría de acuerdo en mantenerla.
Además, explico que desde 2001 a la fecha, se han presentado 34 iniciativas para dar marcha atrás a la medida, principalmente por parte del PRI (9) y el PRD (7) y el Partido del Trabajo (5).
De aprobarse la medida, ya no habrá cambio de horario en octubre próximo.
Existe asociación entre el horario de verano y aumento de infartos al corazón: Jorge Alcocer
Por su parte, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dio a conocer que la decisión médica para impulsar la eliminación del ahorro de verano se basa en las alteraciones que provoca en el sueño y concentración tanto de adultos como adolescentes e incluso niños.
Señaló que hay una correlación entre el cambio de horario y el incremento en los infartos cardiacos, sobre todo en los primeros días después del ajuste. También se ha notado un incremento en las tendencias suicidas, por lo que recomendó cambiar al horario de invierno, “el horario de dios”.
Abundó que varias sociedades internacionales del sueño aconsejan un horario sin cambios, recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente en especial para niños y personas de edad avanzada.
“El horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano, mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión”, expresó en la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador.
Destacó que los adultos necesitan de tres a siete días para adaptarse al cambio de horario y la población infantil requiere más tiempo, la falta de sincronización con el medio ambiente altera el orden temporal interno y causa problemas físicos y mentales.
“En el sistema nervioso se pueden presentar somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria, aumenta la secreción del jugo gástrico en consecuencia el apetito disminuye en el día y aumenta en la noche.
“En lo emocional además la depresión, ideas suicidas aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes más que otros, hay mayor riesgo de quienes requieren de concentración para realizar funciones al iniciar el día como son pilotos, escolares, maestros y ciertos trabajadores incluye fatiga, rendimiento en el ciclo escolar y laboral”.
El titular de la Secretaría de Salud expresó que el inicio del horario de verano afecta el sueño y la vigilia de los estudiantes de secundaria lo que resulta en el aumento de la somnolencia diurna.
Subrayó que cada vez más los estudios muestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y biológico desafían las salud y la llegan a alterar por la que si queremos mejorar nuestra salud no debemos luchar contra nuestro reloj biológico.
lemm.