Queda en vilo permanencia de su líder en el Senado

Un año de sucesión adelantada que dejó una sacudida en Morena

El Presidente dejó en 3 el número de participantes que buscan la candidatura; realizaron giras y encuentros con simpatizantes, lo que los mantuvo bajo los reflectores públicos

De izq. a der.: los aspirantes presidenciales Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, en la reinauguración del Recinto Legislativo en Palacio Nacional, el pasado 22 de agosto.
De izq. a der.: los aspirantes presidenciales Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, en la reinauguración del Recinto Legislativo en Palacio Nacional, el pasado 22 de agosto.Foto: Cuartoscuro
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Este año dominó por entero la escena política el rejuego de la sucesión de la silla presidencial, aunque el 13 de julio de 2021 arrancó de manera informal el proceso, casi tres años y medio antes de que concluya la gestión de Andrés Manuel López Obrador.

Aquel día, el Presidente descartó que las llamadas corcholatas pudieran desbocarse y que todos tenían derecho a aspirar a la candidatura de Morena a la primera magistratura del país. Se asumió “como el destapador, sólo que mi corcholata favorita va a ser la que el pueblo quiera”.

Desde entonces, comenzó a enviar señales a sus posibles sucesores, aunque ha dicho que no habrá “dedazos” o inclinación a favor de uno u otro candidato.

La primera señal, la dio el 30 de septiembre del 2021. Ese día, se inauguró la sucursal del Banco de Bienestar en Tláhuac, pero hubo un gesto que se interpretó como el “destape”; el Presidente levantó la mano y señaló a Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, mientras la señalaba con la otra mano.

Sin embargo, no era la primera vez que hablaba de posibles candidatos. En julio del 2021 mencionó a Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle como posibles abanderados.

En abril de este año sumó al tren de la sucesión a Adán Augusto López y redujo los participantes a tres: el secretario de Gobernación, la Jefa de Gobierno y el secretario de Relaciones Exteriores, quienes seguían siendo “corcholatas”.

Al hacerlo, dejó fuera a un importante activo de Morena: el senador Ricardo Monreal, quien dijo que no le preocupaba que no lo mencionaran: “No me voy a confrontar nunca con el Presidente; si él no me menciona, sus razones tendrá”.

El 23 de agosto, López Obrador explicó por qué utilizó el término “corcholatas” para referirse a los posibles aspirantes a presidenciales de Morena: se remonta a la época de Luis Echeverría, cuando se hablaba del “tapado”, como el personaje que sería nominado a la Presidencia.

“Leandro Rovirosa me contó que en una recepción, en Palacio, vinieron jefes de Estado de todo el mundo, y a los secretarios les tocó recibir a diferentes mandatarios. José López Portillo fue comisionado para recibir al de Cuba, Fidel Castro. Cuando se encuentran con Rovirosa, Castro le dijo: ‘¡ah, es usted el destapador!’. La respuesta: ‘Sí, y esta (López Portillo) es mi corcholata favorita’. Como atinó en su pronóstico, se hizo famosa la frase”, narró.

Pero este 2022, el Presidente no sólo echó a volar las aspiraciones de sus correligionarios. El 13 de octubre presentó una lista de 43 posibles candidatos de la oposición, que habían sido nombrados por los medios o en redes sociales.

Mezcló a políticos que sí han expresado su intención de contender —como Lilly Téllez, Alejandro Moreno, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid—, con personajes que no se han manifestado —Gutavo de Hoyos, Denise Dresser o Emilio Álvarez Icaza. Incluso, sumó a personajes que sabe que están imposibilitados, como Lorenzo Córdova, o comunicadores como Carlos Loret o Chumel Torres.

“Son los que han expresado que quieren, han aparecido en encuestas o los han propuesto. De una vez vamos a destapar”, dijo el 13 de octubre.

Hasta ahora, los precandidatos de Morena han realizado incontables giras y encuentros con simpatizantes, que incluso los han hecho sujetos de sanciones por parte del INE, pero que los mantienen bajo los reflectores.

Entre ellos, hasta ahora la relación es regida por muestras de cortesía política y ya hay incluso propuestas para que debatan.

El 5 de diciembre, Ebrard urgió a que Morena organizara debates entre ellos para confrontar los proyectos y que las corcholatas debían dejar sus cargos antes de que se realice la encuesta interna.

Pero el 13 de diciembre, Sheinbaum rechazó la propuesta para evitar interferir con los comicios en Coahuila y el Estado de México, y dijo que no veía bien dejar su cargo, porque es la única de los tres que fue elegida por voto popular. Ese día, Adán Augusto también declinó, argumentando que no son “tiempos” adecuados.

En el bloque opositor, que no ha clarificado si competirá en alianza, no hay un rostro dominante, aunque la delantera parece estar del lado del PRI, que perfiló a por lo menos cuatro figuras: Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu, Enrique de la Madrid y Alejandro Murat.

Un 2023, quizá sin un integrante

Ricardo Monreal mantenía una relación cercana con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ambos desayunaban cada miércoles, hasta que en julio del 2021 algo se rompió entre ellos y fue relegado.

En junio del 2022, los posibles presidenciables acudieron a un desayuno en Toluca, Estado de México, donde se pronunciaron por la unidad de Morena, sin importar quién sea electo. Ricardo Monreal no fue invitado.

Con base en estas consideraciones, el analista Macario Schettino lo ve fuera de Morena en poco tiempo y tendrá consecuencias para su partido.

“Sí él es el que está enfrentándose porque no le dan espacio, yo creo que saldrá de Morena. En algún momento próximo le va a costar a Morena, sobre todo en el Senado; no sé en términos de votos cuánto pueda valer el señor Monreal, pero el Senado sí lo controla, y ahí van a tener problemas los de Morena”, advierte.

La politóloga María Marván dice que de aquí a 2024 “pueden suceder muchas cosas; le pueden ofrecer el Gobierno de la CDMX. Puede ser que la alianza Va por México no se concrete”.

Mientras tanto, el propio Monreal ha negado que busque la candidatura presidencial de la oposición, pero cada vez son más las voces que lo ubican en el bando contrario al del Presidente.