Este lunes arrancó formalmente el juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México acusado de corrupción y presuntos vínculos con el crimen organizado.
Durante el juicio, el exjefe del Cártel de los Beltrán Leyva, Sergio Enrique Villarreal Barragán, conocido como "El Grande", fue el primero en testificar en contra de García Luna en la Corte del Distrito Este de Nueva York, en Estados Unidos.
En su testimonio, Villarreal Barragán acusó que el exfuncionario recibió por años millones de dólares en sobornos por el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, quien incluso le obsequió una motocicleta marca Harley-Davidson por su “colaboración” con el Cártel de Sinaloa.
Marcos Arturo Beltrán Leyva, conocido como "El Barbas", era originario de Badiraguato, en el estado de Sinaloa, municipio donde también nacieron otros conocidos narcotraficantes como Joaquín "El Chapo" Guzmán y Rafael Caro Quintero.
El también llamado "Jefe de Jefes" era uno de los tres narcotraficantes mexicanos más poderosos, según la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) pues su influencia se extendía desde Colombia hasta Estados Unidos.
Antes de aliarse con el Cártel del Golfo, en 2008, el "El Barbas" mantenía un acuerdo con el Cártel de Sinaloa, encabezado por Guzmán Loera; sin embargo, la unión se disolvió cuando las autoridades federales capturaron a su hermano Alfredo Beltrán.
Dicha situación fue vista como una traición de parte de "El Chapo", para quien años antes los hermanos Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán Leyva comenzaron a trabajar tras la muerte del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, "El Señor de los Cielos”, en 1997.
Así, tras la captura de Alfredo Beltrán el 11 de diciembre de 2006, comenzó una cruenta guerra en Sinaloa y la "venganza" vino en 2008, con el asesinato de Edgar Guzmán, hijo de "El Chapo" y atribuido a Arturo Beltrán, ya conocido en la época como “el Jefe de Jefes”.
Arturo Beltrán Leyva logró escapar de las autoridades el 7 de mayo de 2008, luego de que el grupo de sicarios que lo protegían se enfrentó en dos ocasiones en los alrededores de Cuernavaca, Morelos, donde fue finalmente abatido el 16 de diciembre de 2009.
Según la versión oficial, cuatro sicarios murieron en el lugar y uno más se quitó la vida antes de ser atrapado.
Fotografías relevadas posteriormente dieron cuenta del "campo de batalla" en el que se convirtió el edificio en Cuernavaca, donde fue localizado "El Barbas".
Casquillos de grueso calibre, manchas de sangre y una fotografía que indignó al Cártel de los Beltrán Leyva: el cuerpo del narcotraficante semidesnudo, ensangrentado, cubierto de billetes mexicanos y dólares estadounidenses.
cehr