Hay 31 millones de personas en la informalidad

Se autoemplean 16 millones desde casa

Detonan este fenómeno falta de seguridad social, compradores que ganan poco, violencia y distancias a centros de trabajo, dice investigadora; llama a atender estos factores

Se autoemplean 16 millones desde casa
Se autoemplean 16 millones desde casaFoto: Pixabay
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Luego de 12 años con prestaciones y un sueldo seguro, Esther renunció a su último empleo como secretaria de una constructora, en el Estado de México, para dedicarse a un negocio informal de comida que le permitiera atender las necesidades que surgieron durante la pandemia por Covid-19.

Cuando la emergencia sanitaria obligó a que los menores tomaran clases desde casa, la situación se complicó para ella, pues no contaba con nadie que le ayudara a cuidar a su hijo de siete años.

El caso de Esther es uno entre los 31 millones de personas que, por diversas circunstancias, han decidido incorporarse al comercio informal en México, ante la necesidad de obtener un ingreso, expuso Berenice Patricia Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Ellas no tienen la posibilidad de cubrir una jornada de 8 o 10 horas, pero sí pueden estar en un puesto donde sí podrán tener a sus hijos”, señaló, respecto a los roles de género que siguen impactando la actividad laboral de las mujeres.

Y así fue para Esther, quien se mudó con su madre para garantizar la seguridad de su hijo, lo que la llevó a formar parte de las 16 millones de personas que, se estima, trabajan desde el hogar como un sector generador de empleo informal.

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Ramírez López explicó que hay tres factores detrás del comercio informal en México; el primero es la falta de seguridad social. Al respecto, señaló que a mitad del 2021 había seis millones de trabajadores de empresas formales, incluso en el gobierno, sin acceso a este derecho.

“Cuando decimos que hay una desventaja porque no pagan impuestos, el problema también es de la regulación gubernamental”, dijo, y mencionó que el segundo factor es que se siga permitiendo el cobro de piso a los comerciantes, quienes, de acuerdo con su investigación, preferirían pagar una cuota al gobierno para que éste les proporcione algún servicio público.

Un tercer elemento que poco se discute es la funcionalidad que este sector tiene para mantener el consumo de los bajos ingresos que reciben los trabajadores regulados.

“Hay que recordar que el salario mínimo decayó en los últimos 70 años y el aumento salarial fue muy bajo en los últimos; realmente no tienen otra opción más que consumir los productos de la calle”, señaló.

Para la investigadora hay otros elementos, como la violencia o las largas distancias que varios tienen que recorrer para llegar a sus centros de trabajo, que también son detonantes del comercio informal y que son factores que los gobiernos deben atender para proporcionar condiciones adecuadas a la población.

Señaló que luego de la migración hacia Estados Unidos y la interna, el comercio informal le dio la oportunidad a varias personas de obtener ingresos, aunque con mucha precariedad, como se vio durante la pandemia.

Lo que llama la atención de manera favorable es que las cifras del Inegi muestran que el empleo formal y el informal están en los niveles que se tenían en enero del 2020, indicó.

Concluyó que para aminorar el impacto negativo que esta forma de ingreso tiene, sobre todo en esta temporada, las autoridades deben trabajar sobre las condiciones que han llevado a estas personas a laborar en la informalidad y entender las actividades del sector, lo que también beneficiará al resto de la población.

  • El dato: Del total de personas que trabajan, 31 millones (el 57 por ciento) están ocupadas en el sector informal de la economía.