Las reformas del Plan B en materia electoral, respecto al voto de mexicanos en el exterior, permitirían que más mexicanos puedan participar en los comicios; sin embargo, la legitimidad y seguridad de su sufragio será trastocada.
En el foro “Las reformas legales electorales y los derechos políticos plenos de los mexicanos en el exterior”, organizado por la diputada emecista Yolanda Martínez, funcionarios locales y federales expusieron que la reforma no atendió demandas para fortalecer y proteger los derechos de mexicanos que viven fuera del país.
Jaime Vázquez Bracho, director general de Servicios Consulares en la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), mencionó que hay 37.5 millones de mexicanos en el exterior, la mayoría de ellos en Estados Unidos. De éstos, 13.5 son mexicanos.
Explicó que en los consulados se han expedido pasaportes a 6.5 millones de mexicanos, 3.2 millones de matrículas consulares y 1.3 millones de credenciales, de las que sólo 181 mil participaron en la elección de 2018, la cual ha sido en la que se documentó mayor participación.
El funcionario afirmó que aún existen retos importantes por superar como lo es la credencialización y la promoción de la participación, así como lograr el registro de los 37 millones de mexicanos.
La consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Zavala, subrayó que la credencial de elector, además de identificar a la población, es una llave para poder votar, pues posee los elementos que dan seguridad al ejercicio de los derechos electorales. Sin embargo, mencionó que esto lo perdió con la reforma en la que se propone que los mexicanos también voten con la matrícula y pasaporte.
“Decir que se puede votar con unos instrumentos ajenos rompe la trazabilidad electoral, el principio de certeza, la seguridad jurídica, porque el padrón electoral se construye con información”, exclamó.