En seguimiento a las investigaciones por el deceso de Iñigo Arenas, la mañana de este martes se realizó un cateo al restaurante Black Royce, ubicado en Naucalpan, Estado de México, donde el lunes fue hallado el cuerpo sin vida del empresario.
De acuerdo con reportes, alrededor de las 10:00 horas del día arribaron al lugar elementos de la policía municipal, así como de la Fiscalía y de la Policía de Investigación, con el objetivo de iniciar investigaciones en el inmueble.
Para esto, rompieron los candados y los sellos de clausura que habían colocado días anteriores, e introdujeron al menos dos binomios caninos, presumiblemente con el objetivo de encontrar drogas u otras sustancias.
Hasta el momento, la Fiscalía ni ninguna dependencia ha confirmado la causa de muerte del empresario, si bien la versión preliminar dicta que fue por broncoaspiración, la cual, se presume, ocurrió de forma accidental.
En este sentido se expresó el restaurante a través de un comunicado firmado a su nombre, en el cual aclara que su personal actuó en todo momento para salvar la vida del empresario después de un “percance”, del cual no dio más detalles, lo cual se opone a la versión difundida por medios de que algún acto de violencia fue el que terminó con su vida.
De la misma forma, Black Royce, a través del mismo comunicado, aclaró que contribuirá con las investigaciones y permitirá el acceso a grabaciones, documentos y testimonios.
AM