2.76 millones de detenidos en la frontera en 2022

Ciudad Juárez, la población fronteriza estigmatizada por la migración y la pobreza

La capital de Chihuahua es una ciudad que ha sido azotada por la violencia, pero que encuentra su grandeza en quienes la habitan

La tragedia en el centro de retención de migrantes marcó para siempre a Ciudad Juárez.
La tragedia en el centro de retención de migrantes marcó para siempre a Ciudad Juárez. Foto: Cuartoscuro

"¿Estás segura que te irás a vivir allá?"; "Es muy peligroso y más para las mujeres"; "Pero eres periodista, allá corres mucho riesgo"; "Es muy inseguro, es arriesgarse a lo menso". Todas estas cuestiones y aseveraciones se le hicieron a Mariana Hernández cuando decidió irse a vivir a Ciudad Juárez durante un año.

Mariana tenía el mismo contexto que todos, o quizá un poco más por todo lo que leía sobre la capital de Chihuahua: narcotráfico, el terrible caso de las muertas de Juárez, las altas temperaturas en primavera y verano, las cifras altas de migración. El estigma sobre la ciudad llegó a ella, y sin embargo, decidió conocer por sí misma si era o no cierto lo que se decía de Ciudad Juárez.

Ciudad Juárez y la emblemática X.
Ciudad Juárez y la emblemática X. ı Foto: La Razón

"Nunca me sentí insegura"

Por cuestiones de trabajo, Mariana decidió primero probar por semanas cómo era el vivir en Ciudad Juárez. En palabras otorgadas a La Razón, dijo que la palabra con la que podría describir su primera impresión de la ciudad es "abandonada".

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"Y no en un mal sentido. Sino que hay muchas casas, muchos locales que se encuentran abandonados. En el primer recorrido que di, me di cuenta que las calles registraban presencia de gente, sin embargo, las casas tenían un claro deterioro, sobre todo aquellas hechas de adobe. Ese mismo día, encontramos un retén en pleno centro de la ciudad. Quizá ahí me asusté un poco, pero pasó rápido porque estábamos todavía en una situación de pandemia y tener a gente en las calles era complicado", dice Mariana.

Nunca se sintió insegura. "Hasta la fecha, luego de un año de vivir allá (del 2021 al 2022) y de estar algunos meses viajando de manera aleatoria para allá, analizo en que nunca me sentí insegura. Quizá en algún momento en el que sabía que habían asesinado a alguien o que visitaba algún bar en donde alguna vez hubiera presencia de personajes importantes del narcotráfico, la realidad es que nunca sentí esa inseguridad, nunca me alcanzó ese estigma que se tiene de la ciudad", indicó.

Centro de Ciudad Juárez durante la pandemia por Covid-19 en 2021.
Centro de Ciudad Juárez durante la pandemia por Covid-19 en 2021. ı Foto: Cortesía Mariana Hernández

"Aquí es noticia cuando no hay ningún asesinato"

Pero el punto de vista de Mariana es uno un poco dispar al que da Gabriela Orozco, una joven que sí ha vivido toda su vida en Ciudad Juárez, que ha vivido el acoso, la pérdida de colegas por estar en el lugar equivocado durante un ataque armado... Gabriela dice para La Razón, que Ciudad Juárez sí está estigmatizada y que los habitantes no han normalizado la violencia, sino que han aprendido a vivir con ella.

"Aquí hay varios puntos: los que se quejan de vivir aquí, de la inseguridad, que piensan que de verdad somos un rancho, que lo mejor que tenemos es el Paso, Texas. Habemos otros que queremos a la ciudad y sabemos que hay muchas cosas buenas, que hay gente de buen corazón, solidaria, trabajadora, esperanzada a que en algún momento la inseguridad bajará y dejará de ser una costumbre para nosotros, porque aquí es noticia cuando no hay ningún asesinato", nos cuenta Gabriela.

Ahora, agrega, "están los que llegaron aquí de otros estados y encontraron un hogar, trabajo, formaron su familia incluso hasta ellos quieren más la ciudad que los mismos nativos".

"Seguimos siendo un patio trasero"

"Siento que ya no saben qué hacer con ellos porque no se habilitan más espacios donde dormir o comer, como frontera creo se debería tener espacios así puesto que muchos comentan que sólo vienen de paso y no se niegan a trabajar", agrega Gabriela, describiéndonos también la contraparte: "pero también están los que llegan aquí a exigir casi casi que se les mantenga y pues no, aquí se les recibe bien y hay trabajo. Pasó cuando llegaron de Veracruz, mucha gente vino de allá; así fue como nació Riberas del Bravo, ellos se 'estacionaron' allá y empezaron a buscar trabajo, pero a eso venían a trabajar", dijo Gabriela. "Muchos estamos quizá hasta fastidiados y hartos de toparte migrantes en todos los cruceros, pero aún así pensamos "pues es que pobres, allá yo creo estaban peor" y les damos una moneda, los ayudamos con comida, con ropa. Pero eso lo hacemos nosotros, no las autoridades".

Jesús Rosales contó a La Razón que para él en Ciudad Juárez "seguimos siendo un patio trasero" de Estados Unidos y quienes ayudan a los migrantes no son precisamente las autoridades sino "como siempre, la sociedad civil y el empresariado son los únicos que tratan de ayudarlos".

Atardecer en Ciudad Juárez.
Atardecer en Ciudad Juárez. ı Foto: Cortesía Mariana Hernández.

"No es verdad que vienes y te matan"

Mariana lo sabe. Sabe que Ciudad Juárez es más que ese estigma establecido por el periodismo que sólo muestra lo negativo que, incluso, se tiene también en metrópolis como la CDMX, Nuevo León o Jalisco, en donde no se está exento de la inseguridad, la presencia del narcotráfico o la violencia contra las mujeres.

"Para mí, Ciudad Juárez ha sido mi segunda casa. La gente conmigo ha sido solidaria, me ha abrazado, si necesito algo siempre están disponibles. Sin yo solicitarlo, en tiempos de frío me dieron cobijo porque no sabía que me enfrentaba a temperaturas muy bajas; cada que voy hay alguien que se ofrece a ir por mí al aeropuerto, cuando tuve problemas económicos por el bajo sueldo en mi trabajo, siempre me ofrecían comida, me ayudaban en lo que necesitaba. Para mí, Ciudad Juárez está muy lejos de ese papel violento que le han puesto por todos lados. Sí, hay que cuidarse; sí, hay violencia; sí, hay crisis de migrantes. Pero la gente, la ciudad per se, yo la llevo en el corazón".

Gabriela sentencia: "Somos más que burritos, colitas de pavo y margaritas. Somos una ciudad cálida respecto a su gente, guarda mucha historia que podemos ver aún en las calles que no han sido reconstruidas o modernizadas. Tiene un lindo amanecer y una colorida puesta de sol. No es verdad que vienes y te matan, es verdad que vienes y ya no te quieres ir. Como dicen: 'si tomas agua de Juárez, ya eres de Juárez'".

La definición de Jesús sobre Ciudad Juárez es contundente: "Le diría a la gente que somos más que notas periodísticas y que aunque ya no hay muchos juarenses viviendo aquí, los pocos que quedamos tratamos de ayudar y somos hospitalarios en cierta forma. Aquí sale el sol para todos".

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