El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, reconoció que el proceso de compra de medicamentos con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) aún no llega a su objetivo final de terminar con la corrupción en este sector.
Estamos en un punto más cerca del objetivo final que es lograr las mejores adquisiciones posibles con los recursos públicos que tenemos y erradicar las prácticas oligopólicas que normalmente están asociadas a diferentes tipos de corrupciónMarcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores
Durante el foro "Avanzando en la prevención de la corrupción a través de alianzas y sinergias en la contratación pública" señaló que durante años anteriores las empresas mantuvieron privilegios mediante estas prácticas.
Manifestó que a pesar de que México cuenta con muchas instituciones para garantizar la transparencia y el acceso a la información, no había existido la voluntad de acabar con la corrupción y los monopolios, principalmente en el área de salud pública.
El canciller indicó que, por ejemplo, una sola empresa tenía la producción de medicamentos oncológicos para México, y otras 10 distribuidoras controlaban más de 70 por ciento de todas las adquisiciones de fármacos.
“El mayor riesgo a la democracia es la corrupción, porque destruye la confianza en las instituciones y la representación política”, manifestó.
Explicó que el objetivo es desarmar los monopolios mediante las regulaciones internacionales, en este caso con la UNOPS.
En su oportunidad, la titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, reconoció que las compras de gobierno durante la pandemia representaron una de las áreas más vulnerables a la corrupción.
“Una de las áreas más vulnerables a la corrupción estatal, la corrupción estructural en este caso, han sido las contrataciones públicas, especialmente en momentos de emergencia como es el momento global que estamos viviendo por la pandemia del Covid-19”, advirtió.
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