Un automóvil de lujo Mercedes Benz, 18 camionetas, seis helicópteros, dos aviones y partes de aeronaves son parte de los artículos que supuestamente serían subastados desde el año pasado; sin embargo, La Razón detectó que estas 28 propiedades, con un valor estimado de más de 701 millones de pesos, siguen en el inventario de la Presidencia de la República que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Las subastas anunciadas por el Ejecutivo federal tenían el objetivo de recaudar al menos dos mil 500 millones de pesos que serían destinados a los municipios más pobres del país y para comprar equipo médico de hospitales. De venderse estas naves y automóviles alcanzaría para adquirir cerca de mil 752 ventiladores para la atención del Covid-19.
En una búsqueda realizada por La Razón en el inventario 2020 de bienes muebles de la Oficina de la Presidencia, se detectó que tienen al menos dos aviones: un Boeing 737-322 con la matrícula XC-LJG cuyo costo es de 119 millones de pesos, a pesar de tener su servicio vencido; y la aeronave 757-225 de motor Rolls Royce para 70 pasajeros matrícula XC-UJM, con la directiva de aeronavegabilidad vencida, pero con valor de 7.2 millones de pesos.
Entre los helicópteros se encuentran un par de turbohélice con matrículas XC-LKO y XC-LKV, cada uno con un valor de más de 308 millones de pesos, aunque el primero fue catalogado como no aeronavegable; también hay tres de dos turbinas, con valor de ocho millones de pesos y uno versión estándar, con valor de cuatro millones de pesos.
Estas subastas tienen una finalidad social muy importante, pues todos estos recursos serán para apoyar a los más pobres, a los más necesitados de nuestro paísJaime Cárdenas, Titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep)
En 2019 el Gobierno federal puso a la venta 72 aeronaves de diferentes dependencias; sin embargo, no todas se han vendido, pues algunas tienen “detalles”, por ejemplo, no cuentan con licencia de aeronavegabilidad vigente, sus pólizas están vencidas o carecen de servicio mecánico, según se describe en el Catálogo de Aviones Susceptibles de Venta.
En el inventario de bienes de la Presidencia de la República también se encuentra un automóvil Mercedes Benz con valor de 654 mil pesos; 14 camionetas Suburban, una de ellas con valor de 1.4 millones de pesos; así como cuatro camionetas Jeep con valor de 326 mil pesos cada una.
También hay un lote de refacciones de helicóptero con valor de 31 millones de pesos. La Presidencia también cuenta con 37 camionetas Captiva, cada una con un costo aproximado de 244 mil pesos.
Entre las curiosidades, la Presidencia tiene un cuadro de Diego Rivera llamado Vendimia de flores, cuyo valor es de 31.5 millones de pesos. También está un óleo sobre tela del Autorretrato de José Clemente Orozco, con valor de 6.3 millones de pesos.
Hay varios relojes antiguos, dos de ellos cuestan un millón de pesos cada uno. Se suman dos tibores del siglo XIX, con un costo de 1.2 millones de pesos cada uno, y diversos candiles y una cómoda francesa, con valor de un millón de pesos cada uno.
De venderse la flota aérea y los automóviles de la Presidencia, los recursos obtenidos podrían destinarse para equipo o insumos hospitalarios para enfrentar la pandemia, pues no es la primera vez que hay una donación para la atención hospitalaria. El pasado mayo, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) informó que entregaría 174 millones de pesos obtenidos de las subastas con sentido social al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Hasta el momento, la pandemia ha dejado en México más de 57 mil muertos y más de 522 mil casos positivos. Desde el inicio de la emergencia sanitaria, el Gobierno de México inició una búsqueda internacional para la compra de ventiladores —necesarios para ayudar a respirar a los pacientes con Covid-19— y hasta la fecha han llegado cerca de cuatro mil aparatos provenientes principalmente de China y Estados Unidos.
El Indep ha realizado cinco subastas con sentido social. La última ocurrió el pasado 26 de julio, con 292 lotes —que contenían iPads, celulares, automóviles, vajillas, entre otras cosas— y las ganancias serían destinadas a los municipios de Cuajinicuilapa, Guerrero, y para Temozón, Yucatán.