Juez federal

Conceden prisión domiciliaria a El Jefe de jefes

Miguel Ángel Félix Gallardo podría salir del penal de Puente Grande por problemas de salud; FGR impugna la resolución

Miguel Ángel Félix Gallardo, exlíder del Cártel de Guadalajara, en imagen de archivo.
Miguel Ángel Félix Gallardo, exlíder del Cártel de Guadalajara, en imagen de archivo. Foto: Especial

Un juez federal concedió la prisión domiciliaria al exlíder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de jefes, recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco, por lo que de inmediato, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó dicha resolución.

El Zar de la Cocaína está preso desde 1989 por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, aunque no recibió su condena hasta el año 2017. Con la resolución del juez federal, el capo, de 76 años de edad, tenía la posibilidad de llevar su sentencia en prisión domiciliaria por motivos de salud.

Sin embargo, la impugnación de la FGR pone en manos de un Tribunal, otra vez, el futuro de Félix Gallardo. La instancia judicial deberá determinar si la decisión del juez que dictó prisión domiciliaria fue apegada a derecho y deberá definir si se mantiene, se modifica o se revoca.

En enero de este año, los abogados del exnarcotraficante habían presentado una impugnación en contra de la sentencia que le negó el amparo para evitar el pago de reparación de 20.8 millones 810 mil pesos (alrededor de un millón de dólares) a la familia del agente Camarena.

Al tiempo que el juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México notificó esa resolución, el pasado 7 de septiembre, se dio a conocer que el Ministerio Público Federal interpuso el recurso correspondiente.

El juez de Distrito únicamente concedió la prisión domiciliaria a Félix Gallardo por el proceso donde fue sentenciado a 40 años de cárcel por delitos contra la salud, acopio de armas y cohecho.

El Jefe de jefes, junto con Ernesto Fonseca y Rafael Caro Quintero, que encabezaron el extinto Cártel de Guadalajara, fueron condenados por el caso del asesinato del agente de la DEA.

De los tres, Ernesto Fonseca, Don Neto, ya cuenta con los beneficios de la prisión domiciliaria y Rafael Caro Quintero todavía enfrenta un proceso para no ser extraditado a Estados Unidos, luego de que fue capturado en Sinaloa, en julio pasado.