Seis estados de la República Mexicana concentran seis de cada 10 contagios de Covid-19 en niños, niñas y adolescentes menores de 18 años.
En el país, 63 mil 239 menores de 18 años han dado positivo o han sido casos sospechosos de SARS-CoV-2, desde que inició la pandemia hasta el pasado 8 de agosto; de ellos, 613 han perdido la vida, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Las seis entidades en donde se han visto afectados más pequeños y adolescentes desde marzo de 2020 —cuando llegó la pandemia al país— son la Ciudad de México, donde se han reportado 16 mil 774 niños y adolescentes infectados, seguido de los estados de Tabasco, donde se han registrado seis mil 448 menores infectados; Guanajuato, con cinco mil 378; Estado de México, con cuatro mil 760; Nuevo León, con tres mil 138 niños afectados, y, Puebla, con dos mil 147.
Con una suma total de 38 mil 645 contagios, estas seis entidades concentran el 61.10 por ciento de los casos positivos, es decir, seis de cada 10.
En cuanto a decesos, las entidades más afectadas son el Estado de México, donde han perdido la vida 93 menores; le siguen Baja California, con 44; en los estados de Nuevo León y Puebla han fallecido 42 menores en cada entidad, y la Ciudad de México, 41 niños. El 42.74 por ciento de las 613 defunciones reportadas entre los infantes se concentra en estas cinco entidades.
La señora Martha, oriunda del estado de Querétaro, con lugar de residencia en el Estado de México, vivió el temor de la enfermedad en junio pasado, a pocos días de que las autoridades del Gobierno federal anunciaran de manera oficial que el país ya transitaba por una tercera ola de contagios, causando más afectaciones en los más jóvenes.
“Fue un temor que no tiene comparación”, confesó la mujer a La Razón, al explicar que en su familia ya habían pasado por la enfermedad otros cinco parientes.
“La mayoría había sido gente grande: dos hermanos, unas sobrinas y mi papá, que ya es mayor. Además de otros que uno se llega a enterar que salieron bien o que desafortunadamente no alcanzaron ni a saber que llegó la vacuna”, dijo.
En el caso de su hija, una menor de cuatro años, la mujer reiteró que sentía “mucho temor” al saber de las nuevas variantes y de que los contagios se veían más en niños.
