Detonada por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y la violencia que se registra a diario en territorio mexicano, este fin de semana concluyó la Jornada de Oración por la Paz, en la que el encendido de velas acompañó las plegarias por la seguridad y la reflexión de criminales por parte de la Iglesia Católica y sus creyentes.
“Por la conversión de los victimarios, que han perdido el sentido de la caridad y fraternidad, para que busquen la luz de la razón y de la fe, sean conscientes de no causar tanto dolor y muerte y recapaciten en sus actos, de tal modo que más bien busquen la virtud que les haga entender que sus prójimos no tengan que padecer la miseria del dolor y de la pobreza”, fue la oración de los fieles.
A través del semanario Desde la Fe, la Iglesia recordó que hace más de un mes esta jornada inició ante la violencia desatada en México, enmarcada por el crimen del que fueron víctimas dos religiosos en la Sierra Tarahumara, a manos de José Noriel Portillo, "El Chueco".
Terminada esta jornada de oración nacional, la Iglesia también rezó por la construcción de la paz, justicia y el perdón.
Los sacerdotes del país hicieron un llamado a que la sociedad, y sobre todo el Gobierno, trabajen por la reconciliación y por establecer “caminos concretos y eficaces para que cese la violencia y la inseguridad”.
Hacemos un llamado a indagar en este significado del perdón, pues la valiente acción de perdonar es lo único que puede transformar esta sociedad, cada vez más polarizada y paralizada ante la confusión de justicia con venganzaIglesia Católica
En nombre de las personas a quienes la violencia les ha arrebatado la vida, la Iglesia del Padre Nuestro, en la alcaldía Xochimilco, celebró una vigilia de oración, cuya meta era encender 130 mil veladoras, de las que sólo se alcanzaron 30 mil.
Durante varios minutos, decenas de asistentes se dedicaron a encender una a una las velas que formaron un camino desde la entrada del recinto hasta el altar.
Alrededor, más fieles encendieron otras con las que se formaron tapetes en los que se podía leer la palabra “paz”.
MAEP