Las Escuelas de Tiempo Completo (ETC) contribuyeron a la reducción del rezago educativo y repetición de grado gracias a las jornadas ampliadas y el servicio de alimentación, coincidieron integrantes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En un foro organizado por la Cámara de Diputados para el análisis de este programa, Janet Zamudio Chávez, directora ejecutiva de análisis de evidencia de Coneval planteó que en los planteles con el programa se redujo la brecha entre los alumnos más rezagados a los que tienen mayor puntaje, además de que se redujeron las tasas de repetición.
“Estos efectos son más grandes cuando utilizamos sólo datos para localidades que tienen alta marginación. Lo que estaría pasando es que el programa tiene mayores efectos para aquellos niños que están en peores condiciones socioeconómicas. Además de que los niños que tienen peores resultados en las pruebas Planea están avanzando un poquito más con respecto as otros referentes”, explicó.
Respecto al servicio de alimentación, expuso que los mayores beneficios contra el abandono escolar se encontraron en el nivel secundaria.
“Tiene mucha lógica porque cuando tienes una jornada ampliada en secundaria, los niños ya tienen un costo de oportunidad de estar en la escuela o dedicarse a actividades en apoyo al hogar o trabajar; si les amplías la jornada solamente, lo que pasa es que eventualmente hay un abandono, pero si amplías la jornada y además les das el servicio de alimentación, sí se reduce el abandono”, amplió Zamudio Chávez.
Por su parte, Zahí Martínez Treviño, directora ejecutiva de análisis de gasto federalizado apuntó que las problemáticas derivadas del Covid-19 podrían atenderse implementando elementos de las ETC, así como La Escuela es Nuestra.
Por ejemplo, Martínez Treviño manifestó que el servicio de la alimentación ayudaría a los hogares donde los ingresos se vieron interrumpidos de manera temporal o definitiva, así como la reducción de brechas para el acceso a una alimentación sana.
Además, recordó que el programa priorizó a planteles de educación primaria y telesecundaria, población en situaciones de vulnerabilidad o altos niveles de deserción escolar.
En cuanto a los resultados, Martínez Treviño dijo que en la prueba Planea 2015, las escuelas que tenían más tiempo en el programa tuvieron mejores resultados en Lenguaje y Comunicación en comparación con otros planteles.
En la prueba de 2017, detalló, una de cada dos secundarias incorporadas al programa tuvo mejores resultados en Lenguaje y Comunicación, así como en matemáticas.
“Se reconoció que el programa utilizaba los resultados de las evaluaciones externas para mejorar su gestión y desempeño, es decir, el uso de evidencia para mejorar su intervención”, apuntó.
FBPT
