En una sesión celebrada ayer a puerta cerrada, el Consejo Político Nacional (CPN) del PRI avaló lo que Alejandro Moreno Cárdenas había asegurado que no ocurriría: permanecer en la dirigencia de su partido más allá del periodo por el cual fue electo.
La decisión fue tomada casi por unanimidad, al alcanzarse 518 votos a favor de los 521 posibles durante una sesión extraordinaria del CPN, en la que también se prorrogó el cargo que ocupa la excandidata a la gubernatura de Hidalgo, Carolina Viggiano Austria, como secretaria general del partido tricolor.
De esta forma, ambos permanecerán al frente del Revolucionario Institucional hasta que concluya el proceso electoral 2023-2024, en el que estarán en juego, además de la Presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones, nueve gubernaturas y 30 congresos locales.
La extensión del mandato de Alito Moreno se vio posibilitada por una reforma a los estatutos internos aprobada el 19 de diciembre del 2022, con el argumento de armonizar los lineamientos con los cambios al calendario electoral que supone el Plan B de la Reforma Electoral.
De esta forma, se promovió un cambio a la fracción XXXVII del artículo 83 de los estatutos partidistas, en el que se definen las atribuciones que tiene el CPN.
El fragmento original señalaba que este órgano deliberativo podía ampliar el periodo estatutario de la dirigencia nacional sólo en los casos en que la renovación coincidiera con un proceso electoral en el país o dentro de los tres meses previos a éste.
Sin embargo, en lugar de tres meses, se modificó la redacción para que sean 90 días hábiles, por lo que se dejan fuera del conteo los fines de semana y días festivos, y se amplía por al menos 24 días más el margen que el CPN tiene para poder prorrogar la presidencia del PRI.
Con el Plan B, el proceso para los comicios del 2024 deberá arrancar a más tardar el viernes 17 de noviembre del 2023, lo que no habría permitido por un día que Moreno Cárdenas tuviera posibilidades de ampliar su dirigencia, la cual en origen habría de concluir el 18 de agosto, pero con la reforma de diciembre, esto se posibilitó.
Durante la reunión de este lunes, la expresidenta del Revolucionario Institucional Dulce María Sauri pidió no avalar la prórroga, “sin miedo a perder las candidaturas imaginadas”, al advertir que esto representaría un riesgo para su partido por anteponer intereses personales o de grupo “a los siempre superiores intereses del PRI y del país”.
La priista mencionó que la renovación oportuna de las dirigencias partidistas ha jugado un papel fundamental en la legitimidad de los institutos políticos.
“El riesgo de depositar confianza en las personas y no en las instituciones es sumamente grave porque, ¿quién garantiza que permanentemente decidirán por la defensa de la democracia y sus instituciones y no por los cargos y representaciones que, aun siendo una oposición disminuida, el PRI puede ostentar en 2024? ¿O nos preparamos para repartir las migajas de futuro?”, dijo.
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Leo