La secretaria general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Adriana Díaz, contravino las declaraciones de su dirigente nacional, Jesús Zambrano, quien en días previos aseguró que la alianza Va por México está sepultada, pues aseveró fue a título personal y no fue consultada con toda la dirigencia.
“Quiero precisar que tanto la conocida moratoria constitucional, como declarar muerta la coalición electoral opositora, se hicieron a título personal pues no han sido discutidas ni acordadas en las instancias de dirección del PRD”, destacó en un comunicado.
La perredista consideró un error negarle a los diputados y senadores el libre ejercicio de las funciones legislativas para las cuales fueron electos, así como negarle al PRD la posibilidad de mantener la iniciativa para reconstruir una amplia coalición electoral opositora para el 2024.
“El PRD debe hacer política de altura y actuar con racionalidad. Han cambiado las condiciones, pero nuestros objetivos siguen vigentes”, dijo.
Agregó que los senadores -en torno a la extensión de las Fuerzas Armadas en las calles hasta 2028- dividieron sus votos entre quien se opuso frontalmente a la militarización, y quienes consideraron mejor para la ciudadanía que vive en zonas de extrema violencia, realizar cambios en la estrategia de seguridad.
En este sentido detalló que se obliga al Gobierno federal a rendirle cuentas al Senado de la República sobre los resultados de la política de seguridad, así como destinar presupuesto suficiente para fortalecer las policías municipales y estatales y elevar la profesionalización de la Guardia Nacional para luchar contra los narcotraficantes.
Por ello, consideró injusto que se acuse de traición a los dos senadores que votaron por la mencionada prórroga.
“Ningún dirigente del PRD puede decirse sorprendido ni avergonzado. Nadie debe hostigar a nuestros senadores ni amenazar con su expulsión del partido. No permitamos la polarización al interior del PRD porque nos debilita”, indicó.
Por esa razón propuso mantener la iniciativa para construir, sin exclusiones, una amplia alianza electoral opositora para el 2024; que los convocantes sean personalidades con credibilidad social e inspiren confianza; definir un método democrático para la nominación de candidaturas; así como construir por consenso la propuesta de gobierno y la estrategia para ganar la presidencia de la República en el 2024.
LRL