Tramo 5 vuelve a ser en plataforma elevada

Corrigen trazo del Tren Maya, otra vez

Confirma el Presidente el cambio para no afectar cenotes ni ríos subterránemos de la zona; sólo 30% será a ras de tierra; busca acuerdo con Grupo México para finiquitar contrato

Avances el tramo 5 norte de la obra, el pasado domingo.
Avances el tramo 5 norte de la obra, el pasado domingo. Foto: Cuartoscuro

La mayor parte del tramo 5 del Tren Maya, que correrá de Cancún a Tulum y de Tulum a Chetumal, será elevado para no afectar cenotes y ríos subterráneos, confirmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“En ese tramo, por ejemplo, 70 por ciento, casi 70 por ciento, es una plataforma, una especie de viaducto precisamente para no afectar ningún cenote, ningún río subterráneo; el tren va arriba, desde el principio lo planteamos, pero nos detuvieron.

“Setenta por ciento es una plataforma, un viaducto de concreto para librar todos los ríos subterráneos, cenotes; sólo 30 por ciento va a construirse o se está construyendo a ras de tierra con terraplén, para que la gente lo sepa, que no se afecta en nada ríos subterráneos y cenotes”, indicó.

En conferencia, el mandatario señaló que ya se resolvió el conflicto que se generó con el cambio de constructora, pues ya no será Grupo México.

“Sí, todo el tramo de Cancún, Tulum y Tulum-Chetumal es Román Meyer el responsable; entonces, con Román lo atendemos. Aprovecho para informarles a todos que ya se resolvió lo de ese tramo. Desde luego, se tuvo que suspender el contrato y estamos llegando a un acuerdo con la empresa que tenía la obra de Tulum a Cancún, que son 120 kilómetros”, dijo.

La cancelación del contrato con Grupo México generó un conflicto en torno al finiquito del acuerdo que tenía para la construcción y que le suprimieron para entregarlo al Ejército.

“Sí, ya se está buscando un acuerdo. Es un asunto de finiquito, que ellos tienen sus cuentas y nosotros tenemos otros datos. Ellos tienen sus argumentos, nosotros tenemos los nuestros. Y ya se aceptó el que haya una tercería, que los ingenieros militares definan cuánto es lo que se les debe de pagar por lo que hicieron, el dictamen”, detalló.

Sin embargo, reconoció que la empresa había aceptado, en un principio, pero mientras mantenía el diálogo con el secretario de Gobernación, promovió una demanda en contra del Gobierno federal, que sigue activa, por lo que reclamó a Adán Augusto López que no se hubiera concluido la negociación, algo que fue reconfirmado por el titular de Gobernación con la compañía.

“Sí hay una denuncia porque no sé qué sucedió. Nos habían mandado a decir, porque yo les pedí que se llegara a un acuerdo; me respondieron que no me preocupara, que aceptaban la propuesta que les hacíamos, de que los ingenieros militares elaboraran un dictamen, y de repente me entero (...) que ya nos había demandado Grupo México.

“Entonces, ahora le pregunté al secretario de Gobernación, porque él fue el que me dijo de que no había ningún problema, que aceptaban. Le digo: ‘pues no es como te dijeron’. Ya volvió a hablar, y no, que sí, que aceptan el acuerdo. Y en eso estamos”, explicó López Obrador.

Este tramo ha sido de los más complicados, reconoció el Ejecutivo federal, porque es precisamente en este punto donde se presentó la mayor cantidad de amparos contra la obra.

“Pero estaba muy cuestionada, era ahí donde teníamos a los pseudoambientalistas y no conocían el proyecto o no querían; es un asunto más que nada de cerrazón, no entienden razones, argumentos”, acusó el Presidente.

Otro aspecto que tuvieron que sortear fue el de la titularidad de la tierra y el costo de las indemnizaciones que se deberán pagar.

“Sí, gente que ve que hay oportunidad de sacar provecho en lo personal. Pero no, somos nosotros, pues justos, pero al mismo tiempo defendemos el presupuesto público, porque es dinero del pueblo”, sentenció.