Un revés a la ilusión de miles de migrantes que esperan una oportunidad de cruzar a Estados Unidos y solicitar asilo, se dio a conocer luego de que la Corte Suprema de ese país ordenó al gobierno de Joe Biden a mantener el Título 42, protocolo que expulsa a los extranjeros irregulares de manera inmediata, sin que haya juicios de por medio o el conocimiento de una Corte.
“Se trata del último revés judicial en materia migratoria. La Corte Suprema, de mayoría conservadora, ha votado 5-4. La decisión deja a miles de inmigrantes en el limbo. La noticia es una victoria para la coalición de 19 estados republicanos que el pasado 19 de diciembre presentaron una moción para que la Corte aplazara la decisión, que estaba prevista para el miércoles 21, de derogar la polémica norma sanitaria”, indicó Eunice Rendón, directora de la iniciativa Agenda Migrante.
El inicio del programa Título 42 se dio en la administración del expresidente Donald Trump, quien lo puso en operación como respuesta a la emergencia sanitaria por Covid-19, para evitar que ingresaran a Estados Unidos personas contagiadas.
El exmandatario consideraba que la llegada de cientos de migrantes al vecino del norte ponía en riesgo la salud de sus ciudadanos, ya que, al no existir vacunación o inmunización suficiente en los países de Centro y Sudamérica, los extranjeros irregulares podían convertirse en un riesgo, por lo que la medida los obliga a permanecer en la frontera, del lado mexicano.
De esa manera, se decidió crear el protocolo para expulsar a todo aquel migrante que entrara de manera irregular, con el pretexto de que podría contagiar a los residentes en EU. Dicha expulsión deja a los migrantes sin juicios y sin la oportunidad de pedir asilo.
Desde la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se trató de echar abajo la medida; sin embargo, a pesar de que el 21 de diciembre de este año iba a ser derogada, se suspendió la decisión ante las peticiones de gobernadores que demandaron más recursos y apoyo del Gobierno federal para afrontar la crisis, además de la presión de mandatarios como el texano Greg Abbott, quien fue el principal impulsor de que se quedara la medida. Incluso, armó su parte de la frontera para detener y devolver a todo aquel que se atreviera a pasar a su estado.
El pasado 15 de noviembre, el juez Emmet Sullivan, de Washington, dijo que el programa era ilegal; sin embargo, un grupo de fiscales estatales llevó el asunto hasta la Corte Suprema, que fue la encargada de dar el fallo.
Así, los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvieron a un récord de 2.2 millones de migrantes en la frontera sur de su país en el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre. Cerca de la mitad de las personas arrestadas fueron expulsadas rápidamente bajo la política del Título 42.
La decisión deja a miles de inmigrantes en el limbo. La noticia es una victoria para la coalición de 19 estados republicanos que el pasado 19 de diciembre presentaron una moción para que la Corte aplazara la decisión (…) de derogar la polémica norma sanitariaEunice Rendón, Directora de la iniciativa Agenda Migrante
José María Ramos, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), aseguró que con o sin Título 42 seguirá la misma tendencia de control en EU, debido a que seguirán expulsando a los migrantes indocumentados a través del Título 8, el cual es un protocolo que, de igual manera, expulsa a los extranjeros, pero con la posibilidad de otorgarles asilo.
“Eso es una tendencia que pasa sin el Título 42, pues tienen el Título 8 para seguir expulsando personas. Aunque las autoridades digan que pueden pedir asilo, eso es un control y un engaño de las autoridades. Se supone que hay un proceso de consulta para los que piden asilo, pero no se hace, ya que siguen varados miles en la frontera común”, explicó.
El experto comentó que la tendencia es que sigan llegando los migrantes a la frontera entre México y Estados Unidos, porque nunca ha parado, incluso ni cuando estaba lo más fuerte de la emergencia por Covid-19 —aunque precisó que en menor medida—, ya que el panorama ha cambiado durante el 2022, pues se ha ido desplazando paulatinamente a las nacionalidades centroamericanas y ahora es más común ver gente de Colombia, Ecuador o Venezuela.
“Ahora el atractivo para los ‘polleros’ (traficantes de personas) son las nuevas nacionalidades en éxodo, pues las personas salen de sus países por tener regímenes autoritarios que no generan oportunidades de desarrollo, como el caso de Cuba, Nicaragua, Venezuela u otros; por ello, seguramente veremos nuevos éxodos, nuevas caravanas y miles de gentes siguiendo su avance por México hasta llegar a la frontera norte”, dijo.
Desde que entró en vigencia en el 2020, el Título 42 ha permitido la expulsión acelerada de más de 2.7 millones de personas, según datos del International Rescue Committee.
Simplemente, en los últimos dos meses, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) registró la expulsión de 142 mil 857 personas, mientras que por el Título 8 fueron 268 mil 268, para un total de 411 mil 125.
Miles siguen varados en la frontera
Al menos 15 mil migrantes se encuentran varados en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos esperando cruzar hacia el país vecino y buscar una oportunidad de asilo.
De acuerdo con el Colegio de la Frontera Norte (Colef) en la zona de El Paso —que es el lugar donde hay un gran grupo de extranjeros esperando el cruce—, hay aproximadamente cinco mil personas esperando una oportunidad de ingresar a ese territorio, dado que en las últimas semanas fue el preferido para juntarse.
En Tijuana hay aproximadamente dos mil personas, pero el número puede ser mayor, ya que —de acuerdo con el albergue Juventud 200— hay muchos migrantes escondidos en casas de renta u hoteles, además de albergues, ya que el frío ha paralizado la vida en la localidad.
Mientras que en Matamoros, Tamaulipas, se dispuso un albergue para más o menos mil 500 personas que han sido trasladadas en los últimos días a causa de las bajas temperaturas; sin embargo, otros tres mil siguen acampando en carpas improvisadas a lo largo del Río Bravo.
En el municipio de Piedras Negras, Coahuila hay aproximadamente tres mil migrantes esperando en albergues y en la vía pública, debido a que poco a poco se han ido del lugar, o muchos se han entregado a las autoridades estadounidenses en espera de ayuda al trámite de asilo.
Además, existe una cifra negra de personas que siguen su trayecto por otros estados como Nuevo León, Durango, Chihuahua o Sonora. Sin embargo, organizaciones como Hermanos en el Camino han mencionado que hay miles de migrantes que están “atorados” en la Selva del Darién en Panamá, esperando entrar en territorio nacional.
Migración supera el pico del 2021 con incremento de 33%
Aun sin concluir, el 2022 ya se colocó como el año de mayor migración irregular a México de personas provenientes principalmente de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, al rebasar al 2021, que hasta el momento representaba el pico de flujos ilegales de personas.
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación (Segob), de enero a noviembre de este año se registraron 388 mil 611 detenciones de extranjeros irregulares por parte de agentes federales, un aumento del 33.3 por ciento respecto al mismo periodo del 2021.
Además, el año anterior se contabilizaron, en 12 meses, 309 mil 692, lo que significa que en 11 meses de este año ya se rebasó la cantidad de detenciones observada en todo el 2021.
Por nacionalidades, Venezuela, por segundo mes consecutivo (octubre y noviembre), encabezó la lista de detenciones, seguido por Honduras, Guatemala y Cuba. Estos países representan 64.8 por ciento de la migración total que llega a México.
Al respecto, José María García, director del albergue Juventud 2000 en Tijuana, Baja California, estimó que los flujos irregulares no van a terminar pronto, ya que, expuso, en reuniones que han sostenido con diversos responsables en el país, han señalado un incremento de entradas por la frontera sur, a raíz del término de las restricciones en Estados Unidos.
“Nosotros hemos platicado y pensamos que todavía 2023 puede rebasar este año, ya que pensamos (sic) que la migración se va a venir con todo en los siguientes meses, debido a que, imaginamos, esperan el término de las restricciones en Estados Unidos para llegar en grandes volúmenes”, explicó a La Razón.
Reconoció que no se encuentran preparados para albergar a todas las personas que puedan llegar a la frontera norte, pues si bien prefieren estados como Coahuila o Tamaulipas, en los recientes días han visto un aumento, ya que en esas partes del país el clima no es el adecuado para esperar.
“Créeme que si el frío no fuera tan fuerte, tuviéramos mucha más gente en nuestras fronteras, por eso prevemos que la crisis humanitaria se recrudezca en las siguientes semanas”, aseveró.
Mencionó que muchos de los migrantes se encuentran resguardados en viviendas, hoteles y refugios, ya que las temperaturas en la zona norte de México son muy bajas y, por ello, espera que, una vez que pase la temporada gélida, las personas salgan de nueva cuenta a esperar e incluso lleguen más.
Los estados con más migrantes irregulares son Baja California, Chiapas, Coahuila, Nuevo León, Tabasco, Sonora y Veracruz.
Al respecto, Alejandro Solalinde, sacerdote y activista, advirtió que en los siguientes meses se vienen más indocumentados, además de que se reforzará la llegada de personas de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y África, pues en las últimas semanas han registrado la llegada a los albergues de Oaxaca.
“Nos dicen las personas que están en el albergue que hay muchas personas atoradas en la Selva del Darién todavía y que muchas están por salir, por lo que esperamos que desde enero comiencen a arribar en mayor cantidad. Calculamos que aumenten porque sigue la descomposición de esos países y aparte, porque siempre en enero es lo más difícil de las economías”, indicó.
Alejandro Solalinde explicó a este diario que en la frontera sur de México se encuentran en espera de salir cientos de personas, debido a que muchos se encuentran en los municipios de Tapachula o Pijijiapan, entre otros.
Por ello, aclaró que en el 2023 “la crisis humanitaria aumentará”, ya que la situación en Centro y Sudamérica se sigue recrudeciendo, pues a pesar que en algunas naciones se están erradicando los grupos delictivos, en otros como Ecuador están apareciendo y fortaleciéndose.
