La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, señaló que el COVID-19 generó una crisis sanitaria y económica sin precedente, que agravó otros problemas estructurales existentes, como la pobreza y la desigualdad.
Por ello, señaló que el reto a nivel global es revertir los desequilibrios sociales, laborales y económicos de naciones como México.
Al participar en la ceremonia de apertura del evento “México-China Forum 2022: Recovery in action”, organizado por la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, reconoció que el escenario y los desafíos globales han cambiado mucho, sobre todo a partir de la pandemia.
“No hay duda de que la COVID-19 generó una crisis sanitaria, pero también una crisis económica, a nivel global, sin precedentes en nuestra época. Esta crisis ha derivado en una recesión histórica de privación, pobreza, desempleo, que develó datos inusitados (...). Lamentablemente, esta emergencia sanitaria se ha sumado a otros problemas estructurales existentes, como la pobreza, la desigualdad y los conflictos”, expresó.
Al referirse a los vínculos entre México y China, destacó que han sabido construir lazos sólidos y de cooperación, a lo largo de estos casi 50 años, desde que establecieron relaciones diplomáticas.
Sin embargo, dijo que ahora ambos países, al igual que el planeta en general, padecen los efectos prolongados del COVID-19, con costos económicos enormes y daños en el bienestar y en la salud de la humanidad entera.
“Frente a los desafíos cada vez más complejos, la comprensión, el diálogo plural sobre las acciones centrales que impulsen la recuperación económica y que fortalezcan el futuro del vínculo entre México y China, así como las vías para construir un crecimiento verdaderamente resiliente, sostenible y amigable con el medio ambiente, requieren sin duda del involucramiento de los gobiernos, de los diversos actores, pero también de la sociedad en general”, expresó.
Sánchez Cordero subrayó que están ante el reto de “revertir los desequilibrios sociales, laborales y económicos, pero también debemos imaginar modos nuevos, formas nuevas de comunicarnos, de trabajar, de generar conocimiento y riqueza”.
Estimó que esa es la importancia de que los aspectos tecnológicos contemplen también la realidad social y que la legislación sea capaz de dar soluciones a los problemas y las nuevas realidades ante la pandemia.
LRL
