El flujo irregular de niños, niñas y adolescentes migrantes en México se incrementó 21 por ciento en el primer bimestre del año, al pasar de 22 mil 421 encuentros con las autoridades migratorias mexicanas en el último bimestre del 2023, a 27 mil 074 en el periodo enero-febrero de este 2024.
No obstante, los encuentros que tuvieron los menores con autoridades estadounidenses disminuyeron 28 por ciento, al pasar de 26 mil 518 a 19 mil 145 entre un periodo y otro, lo que confirma que México está absorbiendo la presión migratoria, pues incluso los menores se están quedando en territorio nacional, vayan o no acompañados por adultos.
De acuerdo con el registro de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, los menores en situación migratoria irregular de nacionalidad venezolana son los que en mayor número se encuentran aquí, con nueve mil 327, seguidos de Honduras, cuatro mil 140; Ecuador, tres mil 157; Guatemala, tres mil 079; Colombia, dos mil 034, y El Salvador, 742.
En cifra menor se encuentran menores no acompañados y acompañados de naciones como Guinea, 165; Afganistán, con 96; Angola, 88; Uzbekistán, 61; Jamaica, 41; Senegal, 34, e India, 32.
Por edades, de cero a 11 años acompañados en situación irregular suman 18 mil 805, mientras que de 12 a 17 años se encuentran seis mil 581. En la categoría de no acompañados, de cero a 11 años, son 277, y mil 411 de 12 a 17 años.
Las estadísticas de la Patrulla Fronteriza estadounidense reportaron que en noviembre del año pasado hubo 12 mil 919 encuentros de menores que viajaban solos, y para diciembre la cifra aumentó ligeramente a 13 mil 602, para un total de 26 mil 518 casos.
En el periodo de enero y febrero de este año, la cifra disminuyó a 19 mil 145 eventos, es decir ocho mil 666 y 10 mil 479, respectivamente, en el territorio del país vecino.
Respecto a los menores no acompañados y acompañados que llegan a Estados Unidos, Jessica Vaughan, directora de Estudios Políticos del Centro de Estudios de Inmigración, señaló que este grupo es el de mayor riesgo.
“El grupo más vulnerable que se ha visto amenazado por las políticas de (Joe) Biden son los más de 300 mil menores que han llegado bajo su mandato (de un total de 660 mil desde 2012). Han sido canalizados descuidadamente, a través de la custodia de agencias y contratistas del gobierno estadounidense, y entregados a patrocinadores muy ligeramente examinados (que generalmente también están aquí ilegalmente) en nuestras comunidades, sin tener en cuenta su seguridad y bienestar”, expuso.
Denunció que “no hay duda de que el sistema para procesar a los menores que cruzan ilegalmente es disfuncional, lo ha sido durante algún tiempo, y necesita ser arreglado”.
Eunice Rendón Cárdenas, coordinadora de la iniciativa Agenda Migrante, propuso que para atender el tema de los niños migrantes acompañados y solos se debe crear un mecanismo transnacional de protección integral de la niñez migrante refugiada y para sus familias.
“Se tiene que trabajar con una visión regional, propiciar la articulación del proceso del fenómeno entre los países para monitorear el fenómeno migratorio de la niñez y la adolescencia; que se generen modelos de abordaje diferenciados en los países por donde pasan estos niños y niñas migrantes, y que éstos también cumplan con las recomendaciones de grupos especializados”, dijo.
En entrevista con La Razón, refirió que en el mundo 15 por ciento del fenómeno migratorio corresponde a la niñez, y en el caso de México y las Américas es 25 por ciento; “entonces, es bastante más que la escala mundial, y esa niñez ahí sí que va a seguir saliendo porque las causas no sólo no mejoran, sino que han empeorado”.
Expuso que el número de niños en tránsito ha crecido cinco veces más rápido que el de adultos, lo cual sí es una preocupación.
Además, Eunice Rendón enfatizó, “los riesgos que corren tanto naturales como los del reclutamiento por parte del crimen, de abuso sexual, realmente la niñez es más vulnerable”.
Juan Martín Pérez, coordinador de Tejiendo Redes de Infancia para América Latina y el Caribe, destacó que se han diversificado las nacionalidades de los niños migrantes que llegan a México, principalmente de Honduras, El Salvador, Haití y Venezuela.
“Los niños migran de Centroamérica principalmente por violencia, por los grupos criminales, y en el caso de Venezuela, por la crisis económica y política que vive el país; y Haití, todo porque literalmente no hay Estado”, afirmó a este diario.
Expuso que en la Ciudad de México hay una cantidad importante de niñez haitiana, centroamericana, que están siendo atendidos por las comunidades en Tláhuac o en otras alcaldías ante la omisión de las autoridades.
Y advirtió que “al mismo tiempo están siendo una condición de mucho riesgo, particularmente las poblaciones haitianas, de esclavitud que se está viendo en muchos lugares, y de trabajo precario en condiciones muy lamentables”.
Sale caravana de Chiapas con 200 personas
Al menos 200 migrantes salieron en caravana la mañana de este viernes, desde la zona de Suchiate en la frontera chiapaneca, pues buscan trasladarse hacia la frontera norte para solicitar asilo en Estados Unidos.
De acuerdo con reportes locales los indocumentados provienen principalmente de países como Venezuela, Colombia, Honduras y Perú, y salieron caminando, pese a que tan solo a unos kilómetros se llevaba a cabo una reunión migratoria entre los presidentes de México y Guatemala.
Los migrantes, entre los que se encuentran menores, mujeres y adultos estaban viviendo en un campamento improvisado cerca del Río Suchiate en espera de que el Instituto Nacional Electoral (INE) les otorgara una Forma Migratoria Múltiple para abandonar el estado y trasladarse hacia el centro del país.
El objetivo de los indocumentados este fin de semana es llegar a Tapachula, Chiapas, sin embargo, no hay información de que puedan llegar a pasar, debido a que las autoridades de Migración mantienen un fuerte operativo para evitar que salgan del estado y comiencen su travesía.
Las caravanas que han salido de Chiapas no han llegado hasta la Ciudad de México, sino que se han quedado varadas entre Oaxaca y Veracruz; o en diversos casos los agentes migratorios los detienen y regresan a la frontera con Guatemala.