Mientras la demanda de espacios en las universidades ha ido en aumento, la educación superior no sólo se ha visto afectada por las adversidades que ha dejado la pandemia, sino también por una caída del 21.5 por ciento en el gasto federal para este nivel de enseñanza durante los últimos dos años.
Según el Cuarto Informe de Labores del Gobierno federal, el presupuesto nacional en la educación superior, que también comprende el nivel de posgrado y lo correspondiente a ciencia y tecnología, fue de 196 mil 687.7 millones de pesos en el 2020, el más alto en los últimos siete años.
Sin embargo, para el 2021 el gasto cayó 20.8 por ciento, al llegar a 155 mil 663 millones de pesos, cifra que nuevamente se fue hacia abajo en los números preliminares que reportó la dependencia: 154 mil 394.8 millones de pesos para el 2022.
Paralelamente a esta caída financiera, este nivel ha requerido de cada vez más espacios para satisfacer la demanda, ya que, tan sólo en los dos últimos ciclos escolares (2020-2021 y 2022-2023), la matrícula en la educación superior pasó de cuatro millones 983.2 mil alumnas y alumnos a cinco millones 111.8 mil; es decir, 2.5 por ciento más, tanto en instituciones públicas como en privadas.
Durante el último mes, al menos 27 planteles universitarios del país entraron en paro, para exigir la resolución a sus problemáticas y exigencias, entre éstas contar con más presupuesto.
Hay una presión para que las instituciones incrementen su matrícula, para mejorar la cobertura. Han hecho su esfuerzo para incrementar la matrícula, pero ello no ha sido respaldado, o no de manera suficiente, con recursos públicosRoberto Rodríguez, Especialista en educación superior
Pese a la merma sostenida desde 2020, las universidades públicas recibirán de la Federación apenas un incremento de 5.6 por ciento en sus recursos para el ejercicio fiscal de 2023.
De aprobarse sin cambios el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, las instituciones federales de educación superior recibirán 102 mil 184.5 millones de pesos, ligeramente superiores a los 96 mil 701 millones del 2022.
Así, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tendría 6.3 por ciento más que en el 2022; la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), 6.5; el Instituto Politécnico Nacional (IPN), 6.2, y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), seis por ciento.
En entrevista con La Razón, Roberto Rodríguez, especialista en educación superior, apuntó que el panorama universitario en México no es favorable, ya que condiciones como la insuficiencia presupuestaria detonan los paros en los que entraron diversas casas de estudio para exigir soluciones, lo que también afecta la preparación de quienes buscan profesionalizarse.
“Hay una condición de presión para que las instituciones incrementen su matrícula, para mejorar la cobertura, responder mejor a la demanda y atención al número creciente de jóvenes que están egresando de la educación media superior… Las universidades públicas han hecho su esfuerzo para incrementar la matrícula, pero ello no ha sido respaldado, o no de manera suficiente, con recursos públicos”, sostuvo.
Señaló que el subsidio que reciben las instituciones se destina en cada vez mayor proporción al pago de la nómina, por lo que quedan pocos recursos libres para atender el deterioro de las instalaciones, equipamiento, proyectos y abastecimiento de diversos servicios universitarios.
“Algo que es una demanda compartida entre instituciones es el salario para los académicos que son profesores de asignatura y esto es una bomba de tiempo, porque no son pocas. Yo creo que son la mayoría de las universidades y otras instituciones públicas de educación superior en las que la principal proporción de su planta académica son profesores por hora y están en las peores condiciones, y para las universidades no es posible el incremento de salarios si no reciben el subsidio requerido para ello”, apuntó.
En el marco de la discusión del presupuesto a ejercer el próximo año, Roberto Rodríguez lanzó un llamado a que se destinen los recursos para lograr los objetivos de la política pública educativa que se establecieron: gratuidad, brindar oportunidades de educación superior y mejora continua de la calidad educativa, pues, advirtió, sin presupuesto para para cumplir estas metas, “será un sexenio perdido para la educación superior”.
La semana pasada, alumnas y alumnos de instituciones como la UNAM, el IPN, la UAM y la Universidad Autónoma Chapingo, entre otras, marcharon en la Ciudad de México para demandar se destine más dinero a las universidades públicas, al acusar que sus planteles se encuentran deteriorados y no cuentan con los espacios suficientes para garantizar el acceso de todas y todos los jóvenes a este nivel educativo.
En el caso específico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, la comunidad denunció, entre otros aspectos, como la violencia, que el servicio sanitario está en malas condiciones, al igual que salones y pasillos, cuyas grietas generan preocupación a las y los alumnos a raíz de los últimos sismos, por lo que también demandaron una revisión exhaustiva y reparación.
Claudia es una estudiante de Arquitectura en la UNAM y está cerca de egresar de la carrera; sin embargo, advierte que continuará con su preparación, pues asegura que el haber tomado clases en línea por más de dos años, y las suspensiones de las últimas semanas, han “mermado” su aprendizaje, lo que se suma a que muchas veces las condiciones de su plantel no le han permitido tener sesiones educativas adecuadas.
“No me quejo de los paros, porque estamos exigiendo contar con lo básico para prepararnos: instalaciones dignas, profesores preparados en el contexto actual, que se nos respete y no se nos reprima. Todos tenemos necesidades diferentes y, en mi caso, no era lo mismo hacer, por ejemplo, una maqueta y que mi maestro la viera por una pantalla, a que la pudiera evaluar en persona para señalarme si lo que yo estuve aprendiendo fue suficiente. Definitivamente necesitamos reforzarnos, pero también que se nos apoye en esto, porque para todos ha sido difícil”, contó.
Tras marchas, plantean aumentar becas a médicos
Luego de las manifestaciones del fin de semana por médicos internos de pregrado, el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), Jorge Alcocer, presentó un proyecto para aumentar la beca que recibe este personal.
Precisó que en el país hay 16 mil 184 médicos en formación que prestan servicios en el ISSSTE, IMSS, la Ssa y otras instituciones, y que el incremento mencionado ya fue solicitado a la Secretaría de Hacienda con el que se buscará dar más recursos no sólo a internos, sino también a pasantes del servicio social.
Dicho tabulador establece los montos, que dependerán del área en que se preste el servicio, donde quienes acudan a clínicas de muy alta marginación recibirán hasta 7 mil 956.24 pesos al mes.