La crisis migratoria de venezolanos irregulares no sólo golpea a las fronteras; también comenzó a formarse un escollo en la Ciudad de México, pues desde el sur del país son cada vez más las personas que llegan, a las que se suman las que las autoridades migratorias comenzaron a trasladar desde el norte, para aliviar la presión en esa franja fronteriza debido a las expulsiones que ya emprendió Estados Unidos.
Expertos en migración aseguraron que, a pesar de las restricciones que impuso Estados Unidos, los migrantes de Venezuela van a seguir llegando a México, pues si bien no cumplen los requisitos para ser elegibles para su ingreso al vecino país, no tienen más alternativa que seguir transitando por el nuestro.
En entrevista con La Razón, Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, detalló que la ola de migrantes de Venezuela no se va a detener y en diversas ciudades ya hay extranjeros varados que no saben hacia dónde ir y esperan a más personas en los siguientes días y semanas.
Sin embargo, la activista advirtió que uno de estos puntos de mayor impacto es la capital del país. “Me están informando que están llegando a la Ciudad de México más venezolanos, pues este viernes eran alrededor de 200 y ahora arribaron otros cien. Nos dicen que en camino vienen otras mil personas a la Central de Autobuses del Norte”, aseguró.
La activista señaló que muchos de ellos ya venían en camino antes del anuncio de expulsión de Estados Unidos; incluso, muchos de ellos se encuentran atorados en la selva de Darién, entre Panamá y Colombia, y no conocen las nuevas medidas que se impusieron.
Este fin de semana, la propia activista visitó la Central de Autobuses del Norte, donde recogió testimonios de algunas de las decenas de personas que ahí han coincidido y que partieron desde hace uno o dos meses desde Venezuela. La mayoría de ellos no cumple los requisitos que ahora piden las autoridades estadounidenses para poder ingresar legalmente a ese territorio.
Estamos en la central de autobuses y nos agarró el anuncio cuando ya estábamos acá (...) no podemos retroceder y por ello estamos analizando ir al norte para pedir más tiempoHarold<br>Migrante venezolano
La frontera norte de México también se encuentra en un embudo, por la presencia de miles de migrantes de origen venezolano. Desde esta semana comenzaron a llegar de forma inmediata cientos de venezolanos por cinco puntos de la frontera —Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras y Matamoros—, confirmó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la agencia migratoria de Naciones Unidas.
La venezolana se ha convertido en la segunda nacionalidad más numerosa en llegar a la frontera con Estados Unidos, por detrás de la mexicana. Esto significa un desafío para el gobierno del país vecino, que no mantiene relación con Caracas, lo que hace que las deportaciones sean casi imposibles.
En Matamoros hay varios cientos de ellos, por lo que las autoridades mexicanas iniciaron este fin de semana el traslado a la capital de cerca de un centenar.
Al menos dos autobuses con un primer grupo de venezolanos expulsados el jueves de Estados Unidos fueron trasladados desde esa ciudad fronteriza de Tamaulipas hasta la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en el centro de la capital mexicana.
Sin alimentos ni protección para el frío, cerca de un centenar fueron dejados el sábado frente a las puertas de esa dependencia, que el fin de semana no trabaja.
“Nos ofrecieron toda la ayuda. Un albergue mejor porque en Matamoros no contaban con instalaciones y logística, pero nos engañaron, y ahora estamos aquí en la calle sólo con lo que tenemos puesto”, dijo a The Associated Press Tearrán Acevedo, un venezolano de 32 años, al quejarse del frío y hambre que pasó tras su arribo a la Ciudad de México.
Y es que el nuevo esquema planteado por Estados Unidos dificulta a los venezolanos su recepción en el país vecino del norte, ya que solamente les permitirá ingresar por vía aérea y bajo condiciones cuyo cumplimiento es complicado.
Eunice Rendón explicó que el mayor problema es que los venezolanos no cumplen los requisitos, debido a que no cuentan con pasaporte, pues es muy difícil sacar uno en su país, además de que cuesta 250 dólares que no tienen. “México enfrenta una fuerte presión, que seguirá por más tiempo”, agregó.
Gabriela Hernández, directora del albergue Tochán, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, dijo que tienen asilados a ocho migrantes de Venezuela, quienes, al enterarse de las nuevas restricciones, se sienten decepcionados.
No importan los riesgos ni las advertencias de sus autoridades (las de México), nosotros preferimos salir en caravana, porque así nos protegemos entre nosotrosAna María<br>Migrante venezolana
“Sí se pusieron mal, porque les cambian los planes. Pero ya que lo analizaron, dijeron que se van a esperar en el país hasta que pase el periodo electoral, para que se bajen las medidas. No pierden la esperanza de llegar a Estados Unidos”, indicó.
La activista sostuvo que le han llamado de la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México para ingresar a más venezolanos a este albergue, pero los mismos migrantes han declinado llegar porque, al parecer, los polleros les dicen que no lo hagan porque ellos los van a trasladar hacia el norte del país.
Harold es un migrante de Venezuela quien llegó con su sobrino y un grupo de cien personas en autobús a la capital desde el miércoles; sin embargo, detalló a este diario que, con las nuevas restricciones, no saben para dónde ir. “Estamos en la central de autobuses y nos agarró el anuncio cuando ya estábamos acá, pero ahora no sabemos qué hacer, pero lo que sí sabemos es que no podemos retroceder y por ello estamos analizando ir al norte para pedir más tiempo”, explicó.
Dijo que van a Ciudad Juárez, Chihuahua, para pedir una prórroga a EU; esto es, que dejen entrar a los más vulnerables y los que tenemos un oficio. “Yo soy electricista y viajo con mi sobrino, pero acabo de encontrar una chambita cerca, aunque sea para ganar para comer, ya que no tenemos alimento ni cobijas y vamos a estar en la central algún tiempo”, aseveró.
“Vivir en Venezuela ya no es posible, tenemos que llegar a Estados Unidos, no tenemos otra opción”, apuntó Ana María, migrante venezolana, quien aspira a atravesar todo el territorio mexicano para conseguir asilo en territorio estadounidense.
Ana María, quien no quiso proporcionar su apellido y se encuentra en Tapachula, Chiapas, fue contactada vía telefónica por La Razón, a través de un grupo de venezolanos establecidos legalmente en la Ciudad de México, quienes están organizados para respaldar a sus connacionales en su travesía por el país.
Se encuentra a la espera de la salida de una caravana que prevé salir con rumbo al norte de México para lograr la meta de ingresar a Estados Unidos.
“No importan los riesgos ni las advertencias de sus autoridades (las de México), nosotros preferimos salir en caravana, porque así nos protegemos entre nosotros; yo sé que no debo hablar mal del país en el que me encuentro, pero todos nos han advertido que una de las partes más peligrosas de nuestro trayecto es su país”, subrayó.
Ana María contó que viaja con su hermano y con un amigo, mientras que en EU ya la espera su hermana y su cuñado, pero lamenta que sus padres tuvieron que quedarse en Venezuela. “Mis padres ya no tienen la fuerza para hacer este recorrido; nosotros nos enfrentamos a dos meses de recorrido para llegar hasta aquí (a Tapachula) y lo que nos falta de México, que nos cuentan historias de terror, que nos vamos a topar con narcos, con los que dicen que son polleros, que de los primeros que nos tenemos que cuidar son de los de Migración”, expresó.