Ahora otro culpable

En donde ya no hallan ni a quién responsabilizar de su extinción, para no referirse a sí mismos, es en el PRD. Y es que resulta que ahora su representante ante el INE, Ángel Ávila, se trasladó casi dos décadas atrás en el tiempo y llevó a la conversación el nombre del empresario Carlos Ahumada, a quien acusó de haber actuado de “mala fe” al denunciar al PRD por el plantón del Presidente Andrés Manuel López Obrador en el 2006, que terminó en un embargo precautorio de algunas propiedades de ese partido. El caso es que mientras sigue la aparente falta de autocrítica en el sol azteca, partido que en tres décadas pasó de tener poco más de una tercera parte de los votos en el 2006, a perder casi 13.5 millones de sufragios 20 años después, ayer el INE designó a un interventor que será el responsable del control y la vigilancia de los recursos de este instituto político hasta su liquidación final. Se trata de Ricardo Badin, un experto en quiebras, quien resultó sorteado por el instituto. Ojo, ahí.