El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, aseveró que los daños tras las inundaciones de la semana pasada ascienden a más de seis mil 500 millones de pesos, y señaló que solicitó a las autoridades federales que la región sea declarada como zona de desastre, con el fin de que se pueda acceder a los recursos necesarios para hacer frente a la tragedia que dejó a miles de familias sin hogares y negocios.
“La semana pasada sufrimos la inundación más grave de Tula y del Valle del Mezquital en los últimos 40 años. Hemos trabajado con el Gobierno de México y los gobiernos municipales sin descanso para recuperar lo perdido”, advirtió.
De acuerdo con el Gobierno estatal, tras las inundaciones en las que 17 personas perdieron la vida, resultaron dañados tres mil 574 hogares en nueve municipios, el más afectado Tula de Allende, con dos mil 30 inmuebles, seguido por el municipio de Tlahuelilpan, donde suman 773 viviendas con daños, e Ixmiquilpan, donde hay 598 hogares afectados.
Ayer, el secretario de Salud del estado, Alejandro Efraín Benitez, indicó que ya se han presentado los primeros casos de diarrea y conjuntivitis ocasionados por las aguas negras de la inundación.
