Apesar de las presiones del presidente estadounidense, Donald Trump, para que fabricantes de automóviles de esa nación instalen sus plantas en el vecino país, General Motors (GM) sigue adelante con su plan para fabricar el nuevo vehículo urbano deportivo Chevrolet Blazer en México, aseguró el portavoz de la firma, Pat Morrissey.
El magnate ha estado presionando a los fabricantes de automóviles para que construyan más vehículos en Estados Unidos, en medio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Seguimos comprometidos en trabajar con el gobierno para un TLCAN modernizado”, dijo Morrissey, quien aclaró que la decisión de construir el nuevo modelo en México se tomó hace años.
Los tres principales automotores estadounidenses, GM, Ford y Fiat Chrysler, han argumentado que producir ciertos prototipos en México, donde la mano de obra es más barata, les permite ser competitivos frente a sus rivales asiáticos y europeos.
Morrissey señaló: “seguimos decididos a invertir y crear empleos en México”, y aseguró que desde 2009 General Motors ha invertido más de 22 mil millones de dólares en Estados Unidos, que representa su segundo mayor mercado, después de China.
El 4 de enero de 2017 el republicano amenazó con imponer aranceles muy elevados a los gigantes automotrices, por vender en el mercado estadounidense modelos que fabrica en México.
El Dato: La planta de GM en Ramos Arizpe llegó a ensamblar hasta 60 vehículos por hora, uno por minuto.
A unos días de su elección como presidente, Trump arremetió contra estas firmas, al señalar que era una “vergüenza” que compañías clave para el tejido económico decidieran llevarse empleos fuera del país. Incluso llegó a decir que producir carros en el extranjero era “como robar caramelos a un niño” y amagó con aplicarles aranceles del 35 por ciento, como sanción a los coches importados desde nuestro país.
Les dijo que, en lugar de llevar riqueza fuera de la Unión Americana, invirtieran en su país de origen, porque “estoy decidido a que Estados Unidos se convierta en el mayor imán del mundo para la innovación y la creación de empleo”.
En abril de 2017 la Planta de Ensamble de GM en Ramos Arizpe, Coahuila, registró una reducción de 50 por ciento de su producción, jornadas laborales de tres días y un paro de dos semanas; el saldo fue achacado al llamado “efecto Trump”, ante las medidas arancelarias previstas.