Fueron construidas hace 50 años

Obsoletas, 2 de cada 3 presas; con mantenimiento las federales: Conagua

Condiciones de embalses se deben al “escaso monitoreo”, señala informe del Centro de Seguridad Hídrica; Consejo del Agua alerta que deficiencias amenazan el acceso al recurso

Desbordan su periodo de vida útil 2 de cada 3 presas.
Desbordan su periodo de vida útil 2 de cada 3 presas. Foto: Cuartoscuro

De las 210 presas principales registradas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dos de cada tres, el 64.2 por ciento, ya rebasaron su periodo de vida útil; es decir, fueron construidas hace más de 50 años, lo que indica que su infraestructura ha comenzado a deteriorarse y, con ello, su efectividad disminuye y las afectaciones en el suministro del agua aumentan.

De acuerdo con una revisión hecha al Sistema de Seguridad de Presas de la Conagua, 135 de estos embalses fueron construidos antes de 1972, y sólo seis fueron levantados en este siglo.

Jorge Fuentes, director de proyectos del Consejo Consultivo del Agua, advirtió a La Razón sobre un abandono de las presas del país, las cuales han caído en un periodo de obsolescencia, refirió, por lo que ya requieren un mayor mantenimiento.

Según el informe Seguridad de presas: Lecciones aprendidas, presentado por Fernando González Villarreal, director del Centro Regional de Seguridad Hídrica bajo los auspicios de la UNESCO, las “inadecuadas condiciones” de estos sistemas de almacenamiento se deben al “mantenimiento pobre”, escasa vigilancia y monitoreo, y a la falta de información de los instrumentos de medición de infiltraciones.

En el documento se advierte que los criterios de diseño hidrológico, estructural y sísmico han cambiado y se necesita que se atienda la nueva realidad, considerando el cambio climático y la necesidad de medidas de adaptación.

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Gráfico ı Foto: larazondemexico

Parte de esto es considerar las condiciones de sequía que se han agravado en el país —bajo la que ya se encuentra 68.9 por ciento del territorio nacional—, las cuales también generan un impacto en el suministro de agua no sólo para el consumo de la población, sino para el desarrollo nacional, apunta el informe.

Según lo referido por Jorge Fuentes, se estima que el 76 por ciento del líquido es destinado al sector agrícola del país y el problema radica en un desequilibrio en la distribución, pero también en que dicho proceso enfrenta las mismas condiciones “deficientes” en las que se encuentran las presas: “Con muy malas prácticas, infraestructura obsoleta, con tecnologías rebasadas y se desperdicia mucho”.

Al referir datos difundidos por la Asociación Nacional de Usuarios de Riego (ANUR), Fuentes indicó que el 74 por ciento de 130 presas de almacenamiento que abastecen a los distritos de riego también ya cumplieron su vida útil.

Es así que las condiciones en las que se encuentran las presas, la “desequilibrada distribución” del agua y el nivel de sequía alcanzado en el país amenazan el derecho de acceso a este elemento para más de 126 millones de mexicanos y significan un riesgo para la producción de alimentos.

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Gráfico ı Foto: larazondemexico

Desde la perspectiva de Jorge Fuentes, una alternativa para el país es avanzar hacia el uso de agua tratada para los campos de cultivo, pero “lamentablemente las inversiones en el rubro son muy bajas”.

Señaló que los planes deben ir más allá de legislar para garantizar que la población tenga acceso al agua y saneamiento, pues “también hay que entrarle a temas de cómo vamos a hacer más eficiente el campo, porque es una barbaridad que el 76 por ciento del agua se consuma para éste, pero bajo malas prácticas por infraestructura obsoleta y falta de inversiones”.

Y remarcó que garantizar el acceso al agua es una vía para abonar a la salud y la prevención de nuevas crisis sanitarias.

Sí tienen mantenimiento, dice Conagua

Con el objetivo de garantizar el derecho humano de acceso al agua, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha implementado acciones para que las presas bajo su cargo, a pesar de haber cumplido su periodo de vida útil, no dejen de operar ni representen riesgo para la población.

En entrevista con La Razón, Heriberto Montes, gerente de Aguas Superficiales e Ingeniería de Ríos de Conagua, refirió el acuerdo publicado en el 2010, en el Diario Oficial de la Federación, mediante el cual se identifica a los responsables de las presas en operación, el cual señala que sólo 25 por ciento está bajo el control de este órgano regulador.

Al señalar que los sistemas de almacenaje no dejan de funcionar adecuadamente y en forma inmediata al cumplir 50 años, remarcó que la Conagua ha concentrado esfuerzos en dar mantenimiento a aquellas que administra y que con ello se garantice su correcta función.

Para el caso de aquellas que no están bajo su cargo, Heriberto Montes comentó que la Conagua se ha encargado de dar avisos y da apoyo, pero quien debe hacer todas las reparaciones son los responsables, los dueños de todas las presas.

“La Conagua ha hecho recomendaciones, pero hay veces en las que no las realizan. Prueba de que un adecuado mantenimiento permite que la vida de una presa se extienda más allá de los 50 años es La Boquilla, que a pesar de ser una de las más antiguas, continúa dando servicio y abastece a importantes distritos de riego, como el 113 y el 005, y además distribuye 15 millones de metros cúbicos de agua a la ciudad de Camargo, Chihuahua”, explicó el gerente.

Debido a que el almacenamiento en la mayoría de las presas de los distritos de riego han sido bajos para el año agrícola 2021-2022, la Comisión Nacional del Agua ha exhortado a sembrar cultivos con baja demanda de este elemento.

Para reforzar estas acciones, también se ha capacitado a los usuarios, “lo que contribuye a la mejora de la operación de la infraestructura de riego, reduciendo las pérdidas de agua e incremento de la eficiencia en el corto y largo plazo”, señaló la subdirección.