La trata de personas es un crimen de larga data histórica, el más brutal que alguien puede vivir: la ruptura de seres humanos mediante el despojo de su dignidad para convertirlos en objetos comercializables, usables para el beneficio de otros, afirmó Mario Luis Fuentes Alcalá.
De acuerdo con el especialista, es un hecho de “profunda oscuridad”, del cual no existen cifras certeras. “Hay muy pocas denuncias: en general, solo uno de cada 10 delitos es denunciado en nuestro país; pero en el caso de explotación sexual, trabajo o matrimonio forzados, mendicidad, etcétera, es aún menor”.
El titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas de la UNAM señala que ese fenómeno ha crecido y está inmerso en una crisis de seguridad y de justicia, así como de erosión de las capacidades de protección de los espacios primarios de cuidado y socialización como hogares y escuelas.
“No podemos dejar a ningún niño o niña atrás en la lucha contra la trata”
Con motivo del Día Mundial contra la Trata de personas, que se conmemora el 30 de julio, agrega que este ilícito es la suma de todas las vulneraciones y violencias simultáneas, interrelacionadas, y que se potencian una a otra. Este año, el lema de la efeméride es “No podemos dejar a ningún niño o niña atrás en la lucha contra la trata”.
Fuentes Alcalá detalla que este tema tiene una dimensión visible: aquella que se realiza con fines de explotación sexual. Al respecto refiere que nuestro país vive una cultura tolerante al abuso sexual, machista, violenta hacia las niñas, mujeres y personas de otros géneros.
Además señaló que la proliferación de plataformas en línea supone más riesgos para propagar la trata de menores debido a que ellos tienden a conectarse a estos sitios sin las protecciones adecuadas y ante ello los niños, son objeto de diversas modalidades como trabajo forzoso, delincuencia, mendicidad, adopción ilegal, abusos sexuales y explotación sexual.
Entre las razones más comunes por las cuales niñas, niños y adolescentes son el blanco, están: pobreza, insuficiente apoyo ante el aumento de los flujos migratorios y de refugiados, conflictos armados, familias desestructuradas y falta de cuidados parentales, abunda.
Para documentar este fenómeno no hay datos; son mínimos los casos que llegan a ser visibles, y pocas personas identificadas como víctimas son rescatadas. Al respecto, Mario Luis Fuentes subraya que, por amenaza, miedo o conmoción, no logran asumirse como tales.
Un elemento que surge en los testimonios que hemos recabado, relata, es que el principal instrumento de enganche es la seducción, que ocurre cuando un individuo joven, un fin de semana en la alameda u otro parque, contacta a una joven, la enamora, la lleva a un lugar y ahí la deja para su explotaciónMario Luis Fuentes Alcalá
El Día Mundial contra la Trata de Personas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución aprobada el 18 de diciembre de 2013, debe servir para la reflexión crítica de la situación y darnos cuenta de que, sobre todo las infancias y las personas migrantes y desplazadas, están en alto riesgo de ser víctimas, concluye el universitario.
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LMCT