Por encima de los intentos de la oposición para frenar el proyecto que consideró militarista para el país y violatorio de tratados internacionales, el bloque de la Cuarta Transformación en la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma presidencial para que la Guardia Nacional quede bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Tras ocho horas del debate esta reforma recibió 362 votos a favor, 133 en contra y 0 abstenciones; ahora es discutida en lo particular, es decir, para evaluar si se le hace alguna modificación interna, para lo cual, los legisladores han presentado al menos 433 reservas, es decir, propuestas de cambio. Concluido este paso, se enviará al Senado para el trámite correspondiente y donde Morena y aliados también tienen los votos para aprobarla.
El proyecto enfila cambios a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución Mexicana, con la que la Guardia Nacional deja de ser considerada una institución policial de carácter civil y pasa a ser denominada “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial” dependiente de la Sedena en apego a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y le concederá la facultad para investigar delitos, como lo hace el Ministerio Público.
La persona que asumirá la Comandancia de la Guardia Nacional, que deberá ostentar el grado de General de División de la Guardia Nacional, será designada por la Presidencia con base en la propuesta que le haga la persona a cargo de la Sedena.
JVR
